Por Elizabeth González Pazarán.
Sin duda el Teatro Metropólitan es un recinto de los más importantes e imponentes en Ciudad de México; tiene una magia particular que contagia en una sola alma a los asistentes y a quienes están en el escenario, y este fue el caso de División Minúscula el pasado sábado.
Esta banda de Matamoros llenó el recinto con mucha música, recuerdos y canciones que todos coreaban. La cita era a las 20:00 horas, pero desde antes los fans ya ocupaban sus lugares y cantaban las canciones de Correos, la banda originaria de España que fue la encargada de calentar motores para recibir a División Minúscula con todo el rock.
Agradecidos con el público mexicano, Correos se despidió y los minutos para ver a los estelares de la noche se hacían eternos. Cuando las luces se apagaron el teatro estaba lleno y los gritos no se hacían esperar, los primeros acordes de «Humanos como tú» sonaron, el público llenó de energía el lugar y comenzaron a seguir la voz de Javier Blake en cada canción que la banda tocaba.
Así siguieron un par temas de su más reciente material, pero el ánimo se elevó cuando tocaron «Cada martes» que se desprende del «defecto perfecto»; entre canciones nuevas, no tan nuevas y algunas viejitas el público no dejó de cantar, brincar y entregarse a la banda, pero sin duda el momento más emotivo de la noche fue cuando tocaron «Sognare», canción en la que todos se unieron a una voz.
Entre las canciones Javier agradecía a sus fans por estar ahí y por ser parte de este proyecto desde hace muchos años atrás, agradecía haberse reunido nuevamente en el Metropólitan, un lugar especial para la banda; agradecía haberlos elegido como el plan del sábado por la noche. Así, entre palabras y mucho ánimo, llegó «Sismo» al escenario para culminar el concierto, aunque sólo sirvió de encore.
Tras pedir otra, División regresó al escenario para tocar con un invitado especial, un miembro de Quiero Club, con quien interpretaron un cover de «Free fallin'», y al despedirlo complacieron a sus fans que pedían «Simple» y cerrar con «Voces», nombrándola ésta, la canción de sus fans.
Sin duda ver a División es una gran experiencia musical, ya que siempre nos regalan grandes conciertos, llenos de energía y canciones que nos llegan hasta el alma, que nos hacen recordar tiempos y personas pasadas, pero también nos invitan a crear nuevas historias musicales.
Fotos de César Vicuña / OCESA.
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