Por Pao Aguilar.
En una sociedad tan demandante, muy pocas cosas llaman nuestra atención; hemos perdido ese amor por la esencia de los detalles. Todo esto ha permeado en nuestro subconsciente y nos oculta que estamos rodeados de diseño, de maravillas, de grandiosas ideas hechas objeto, desde la propia naturaleza hasta el cuerpo inanimado más superfluo. El afán de simplificarnos la vida ha hecho que las cosas se vuelvan necesarias en la atmósfera de pura pretensión en la que nos desarrollamos, sin embargo, esto nos lleva a dejar de lado nuestras raíces como mexicanos tornándonos un tanto malichistas. De lo anterior se desprende que el diseño independientemente de que sea una respuesta elegante a facilitar nuestro paso por el mundo, se vuelva un tema irrelevante en nuestro país debido a que no contamos con identidad; y como resultado se torne incompatible con nosotros mismos el hecho de imaginar para crear, de hacer nuestras ideas tangibles.
Como mexicanos hemos llegado a una etapa de conformismo en la que otros países solucionan necesidades creadas con diseños inteligentes, para después nosotros hacer una copia de lo ya existente, sin brindar una respuesta. Lo ineludible es comenzar por nosotros mismos como diseñadores y creativos desde la raíz antropológica de nuestra sociedad, arriesgándonos a hacer un cambio drástico en el carácter de diseñar; ese algo que nos identifique ante el mundo y nos de un lugar en el diseño internacional. Ante lo anterior es grato ver cómo el ingenio y creatividad que nos ha caracterizado a lo largo de los años y desde tiempos remotos, ha brindado una resolución de problemas que aqueja a nuestra sociedad desde tiempos inmemorables. Pero el cuestionamiento se basa en descifrar en qué punto el ingenio se transforma en diseño, no solo desde la perspectiva de la profesión, sino de una actividad que nos caracteriza a los seres humanos.
Finalmente, y desde mí punto de vista como diseñadora, es momento de buscar una respuesta, analizar cómo queremos ser identificados; el hecho de crear y acomodar realidades pone en nuestras manos el presente y futuro de esta actividad en nuestro país; debemos de encontrar el equilibrio necesario para tener sensatez y consistencia en nuestros diseños; dejar de lado nuestra presunción y tomar en cuenta las bondades que podemos encontrar en nuestro entorno para brindar una identidad única que nos distinga como mexicanos. Ante lo anterior debemos estar en el entendido de que es necesario consumir los productos que se producen en México, fomentar la creatividad e innovación desde edades tempranas así como volvernos un tanto críticos hacia los objetos que nos rodean.
Hola Pao, excelente comentario, según tu, cuál sería el inicio de lo mexicano. Lo prehispánico, lo colonial, lo revolucionario? Desgraciadamente «no hemos encontrado nuestra identidad cultural» ni queremos. El que tiene más de 15% de sangre extranjera lo viene «presumiendo desde hace 6 generaciones, aunque no conozca el origen, lo «indigena lo menosprecian. Para dónde? Buena cuestión. Algún comentario?.
¡Muchas gracias por tu comentario Rubén! Ya notificamos a la autora de tus preguntas. 😉
Hola Rubén, tienes toda la razón no queremos encontrar una identidad y no únicamente desde el punto de vista de diseño, tal vez nos hace falta trabajar un poco en conocer nuestra cultura para comenzar a crear algo que nos identifique, con esto no digo que tomemos una corriente y con esa nos quedemos creo que podemos innovar y comenzar a crear cosas nuevas, hace falta impulsar el diseño desde edades tempranas y darle la importancia que se merece, los mexicanos somos muy ingeniosos pero nos hace falta la parte creativa para idear rasgos que nos den a conocer en otros países.
FeLicitaciones!
Me Gusto mucho tu critica sobre el Diseño Industrial y tu apoyo sobre el Diseño Mexicano!
Saludos Pao!
¡Muchas gracias por tu comentario! Ya le notificamos a la autora de éste.
Muchas Gracias Alfredini Luigini, que bueno que te gusto y cada martes podrás ver un artículo nuevo relacionado con el tema, hace falta darle el impulso que se merece el diseño en nuestro país. ¡Saludos!