Texto y fotos por Yemmy Sierra.
Continuando mi recorrido por la expo venta «Tápame con tu rebozo» que se organiza cada año en el Museo Nacional de las Culturas Populares, me encontré con Víctor Rubén Hernández Leyva quien trabaja artesanías en hoja de lata; su trabajo ya lo conocía de tiempo atrás y siempre es interesante acercarse a su puesto ya cada vez tiene nuevos diseños.
Foto: Víctor Rubén Hernández Leyva con sus artesanías en hoja de lata.
Víctor vive en Oaxaca de Juárez y desde hace 55 años trabaja la hoja de lata en su taller familiar, aprendió de su primo, le gustó verlo y hacerlo; los primeros 10 años lo hizo por gusto y motivado por la necesidad ya que no quiso seguir estudiando, sólo terminó la primaria, su papá era un artesano mantelero y quería que estudiara.
Mapa: Ubicación del municipio de Oaxaca de Juárez en el estado de Oaxaca.
Lo primero que le tocó fue lavar las piezas terminadas, después empezó a rallar. Una pieza puede durar muchos años, sólo hay que limpiarla. Las piezas se lavan con agua y jabón sin cloro y sin químicos para no oxidarlos; curiosamente si no se lavan también se oxidan las piezas.
Compra la lámina en hoja nueva, la limpian y comienzan a rayarla para posteriormente cortarla con la tijera. Primero cincelan las piezas y después les dan forma y las sueldan. Al terminarlas las lavan y les ponen laca o se pinta y después se le pone laca; la laca es para que las piezas se conserven. En su taller trabajan de la forma antigua, soldando las piezas con ácido rebajado.
La preparación de los colores les ha llevado años de experiencia, trabajan 7 colores: verde, azul, rojo, rosa, morado, naranja y amarillo. Ellos han logrado una gama más amplia de colores ya que algunos ellos los preparan. Antes de pintar una pieza prueban sobre una lámina para no arruinar el trabajo.
Sus hijos y nietos trabajan la hoja de lata, sus piezas se distinguen por la calidad “damos lo mejor de nosotros”, comenta Víctor.
Ha participado en múltiples concursos y acumula entre 25 y 27 premios a nivel estatal y nacional. También ha participado en ferias Internacionales como en Pasadena, Chicago y Puerto Rico. En EUA siempre lo han recibido bien y siente que aprecian más al artesano que en México.
El trabajo en últimas fechas ha bajado, parte por la economía y la falta de promoción, y otra parte porque hay mucha competencia que en la percepción de Víctor se dedican más al comercio que ha aprender, lo que ha generado que se abarate el trabajo, porque no es lo mismo vender cantidad que calidad. Pero él sabe que hay personas que sí les gusta la calidad. Víctor ya se enfrentó a que dependencias de gobierno e incluso museos prefieran realizar sus compras con quien da más barato, aunque no sea la misma calidad, pero él dice que es costumbre hacer las cosas bien y prefiere conservar su calidad.
En su taller familiar acondicionaron una sala de exhibición y pueden dar demostraciones, esto es algo nuevo. Víctor dice que mientras él pueda trabajar va a seguir haciéndolo ya que le gusta demasiado para dejarlo. En su taller son auténticos artesanos, siguen aprendiendo cada día. No venden nada de lo que se venden típicamente en las tiendas de Oaxaca, ellos buscan innovar y a ellos son a los que les copian.
El mensaje que le gustaría dar a quienes leen este artículo, es que sigan comprando porque son fuentes de empleo y le están dando empleo.
Foto: Diferentes piezas elaboradas en hoja de lata.
Yemmy Sierra. Amante de la artesanía, la comida, la vida y la buena compañía por lo que a menudo me encuentran en ferias y exposiciones junto a mi familia. Apasionada del aprendizaje, siento repentinos e intensos llamados que me han llevado desde estudiar japonés hasta loditos uno en cerámica. Me gusta sobreanalizar la vida, sumergirme en mis pensamientos, encontrar nuevos caminos, recorrerlos y desrecorrerlos. Aún conservo la esperanza en la humanidad y creo que cuando cambie yo, cambiará el mundo: he encontrado en el emprendimiento la manera de sublimarme.
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