Por Asfaltos.
Llega la temporada decembrina, y con ella, las películas con temática navideña. Sí, es cierto que desde hace ya algunos años las películas navideñas que trascienden son pocas; sin embargo, como entretenimiento para pasarlo en familia, y también reírnos inclusive de nosotros mismos -pues muchas situaciones plasmadas en el cine se replican en la realidad-, sí hay opciones en la temporada, y una de ellas es precisamente «Guerra de papás 2».
La historia la conocimos en su primera parte, cuando se nos presentaba a Brad Whitaker (Will Ferrell), un ejecutivo de radio de suaves modos, cariñoso pero a veces muy empalogoso, que intentaba todo por ganarse el cariño de los hijos de su nueva pareja Sarah Whitaker (Linda Cardellini). Ahí es cuando conocimos a Dusty Mayron (Mark Wahlberg), el padre biológico de los niños a los que Brad se quería ganar. ¿El final? Miel sobre hojuelas, pues Brad se conviritió en papito mientras Dusty no dejó de ser papá. Sí, todo bien… hasta ahora.
Cuando todo parecía que estaba planchadito para una relación entre papá y papito en paz, el papá gruñón, macho alfa de Dusty, interpretado por Mel Gibson; y el papá cariñoso y tierno al extremo de Brad, interpretado por John Lithgow, reaparecen en sus vidas para volver a poner todo de cabeza. ¿Lograrán los nuevos mejores amigos mantener su relación y amistad? ¿Volverán a caer una vez más en esa auténtica guerra que vivieron en el pasado?
Sí, «Guerra de papás 2» repite la fórmula de su antecesora logrando algunas buenas risas por las situaciones tan inverosímiles que se nos presentan, pero hasta ahí. Lamentablemente la película no consigue atraparnos en la historia, y se termina convirtiendo más en una serie de sketches en los que algunos funcionan y otros no.
La presencia de 2 nuevos papás refresca un poco la fórmula. Ver a Mel Gibson en el papel del macho alfa por excelencia es divertido, ver también a John Lithgow como el papá más amoroso del mundo también lo es; sin embargo, en ambos casos, la sobreactuación termina por hacer que por momentos que todo luzca más forzado que nada, y por lo mismo, en un humor que presiona hasta el exceso tratando que uno se ría con todo lo que sucede.
Lamentablemente la película no termina por cuajar como una comedia redonda, pues así como hay momentos simples que nos pueden hacer reír, también hay momentos más complejos y rebuscados que terminan por funcionar poco o nada.
«Guerra de papás 2» quizá tenga sus fortalezas en el cast infantil, cuyos intérpretes nos regalan los momentos más emotivos de la película; y también en los dos primeros papás que conocimos, interpretados por Will Ferrel y Mark Wahlberg, quienes como pareja cómica funcionan pero sin aportarle mucho nuevo más a este reciente episodio en conjunto.
De cualquier modo, si ustedes quieren reírse un rato, desconectarse de lo cotidiano y pasarla bien al tiempo que empiezan a vivir los días navideños, «Guerra de papás 2» es para ustedes. La película se preestrenó ya el fin de semana, pero mañana viernes 1 de diciembre llega a la mayoría de las salas nacionales. Véanla y me comentan si no es que he sido acaso yo el grinch de la temporada.
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