«Una bella luz interior», o la incesante y punzante búsqueda del amor

Por Asfaltos.

Nos enontramos en la primera escena con una siempre deslumbrante Juliette Binoche, quien en esta ocasión, para «Una bella luz interior», interpreta a Isabelle. La vemos hacer el amor, aunque no de manera muy satisfactoria, y aún peor después de aquella frase que le lanza su amante. A pesar de estar en ese acto amoroso que la une físicamente a esa persona, notamos la distancia, y la soledad.

Dirigida por la francesa Claire Denis, llega a cines comerciales su más reciente película, «Una bella luz interior». Basada de manera muy sutil en «Fragmentos de un discurso amoroso» de Roland Barthes, «Una bella luz interior» nos presenta las desventuras de una Isabelle quien en busca del amor tropieza en cada uno de los intentos a los que se enfrenta.

Ya entrada en años, divorciada y con una hija, Isabelle se obsesiona por encontrar al «amor de su vida» en quien prácticamente se le cruce enfrente. Primero un banquero, aquel a quien vimos preguntarle en pleno acto coital que si se «venía» más rápido con sus otros amantes. Es tanta la persistencia de Isabelle, o tanta su obtusidad, que ahí permanece hasta que ni para ella resulta ya tolerable.

Luego un actor, luego un hombre misterioso, luego el papá de su hija, y así… Artista también, acomodada en un mundo donde los extremos son el pan de cada día, vive a flor de piel la desventura de pasar de hombre a hombre intentando que ahora sí el amor le llegue de manera salvaje y concreta. Para ella hay un reloj que corre ahora en contra de ella, por lo que de seguir fracasando, será inminente la soledad absoluta.

Al momento de observar la película pareciera que nos encontramos frente a un drama, pero en realidad diría yo que nos encontramos mas bien frente a una comedia absolutamente sutil. Sin hacer burla de Isabelle, Claire Denis acierta en presentarnos su aparente inalcanzable lucha, con situaciones que nos demuestran lo humano detrás de cada uno de sus personajes, aunque a veces nos parezcan exagerados y a veces un tanto ridículos; nos hace pensar entonces en las muchas veces en las que hemos caído en situaciones similares, para reflexionar así sobre los ridículos ejecutados en vivo y en directo, bajo nuestra propia piel.

Hacia el final, después de lo que creeríamos es el triunfo absoluto de la búsqueda de Isabelle, nos encontramos con un cierre más que acertado en el que pareciera que el círculo no solo se repite, sino que se replica. Claire Denis nos tiene entonces atrapados en esa búsqueda amorosa a la que no hay necesidad de colocarle un punto final; no en esta historia.

Personalmente disfruté mucho la película. Primero porque me resultó muy entretenido ver a una Juliette Binoche despampanante en el papel de una amante que sufre en verdad por la búsqueda del amor. Su actuación es perfecta para mostrarnos la humanidad de un personaje que no se caricaturiza, sino que mas bien se humaniza. En lo que respecta a la labor de Claire Denis, detrás de la cámara resulta en un trabajo congruente con el discurso de su cinta, sin caer en los estereotipos del género, buscando innovar a su manera y para sí misma, en lo que respecta al planteamiento cinematográfico de su propuesta.

 

«Una bella luz interior» estrena hoy jueves 14 de diciembre. Si lo suyo definitivamente no son las espadas láser, ni las películas de temporada, me parece que es una muy pertinente recomendación por distinta, por fresca. Además, con la avalancha de estrenos de las fechas decembrinas, si no la ven en pantalla grande este fin de semana, es posible no lo hagan la que viene.

Con imágenes cortesía de ND Mantarraya.