Compilado por Enrique Figueroa Anaya.
Todo mundo arma sus listas de «lo mejor del año», nosotros no. Lo que hicimos fue simplemente preguntarle a nuestros colaboradores qué fue lo que más les impactó durante 2017, porque sabemos que el gusto se rompe en géneros, y porque también sabemos que todas esas listas que se califican de objetivas… tienen mucho de subjetivas. La pregunta es, también para tí, ¿qué canción te marcó en 2017?
Alejandro Glatt: «Rush» de Kali Uchis, porque me hizo recordar lo suave y sencilla que es la vida. No se requiere de mucho para disfrutar de un momento.
Sandyluz: «City of stars» de Justin Hurwitz con letra de Benj Pasek. Sí, el tema de «La La Land»… Cuando la oí por primera vez en el cine, las lágrimas se volvieron tormenta: «City of stars/ Are you shining just for me?/ City of stars/ There’s so much that I can’t see/ Who knows?/ Is this the start of something wonderful and new?/ Or one more dream that I cannot make true?». Al leer la letra me pareció una elegía llena de profundidad y melancolía. ¡Cómo imaginar que sus líneas se iban a convertir en predicción y que habrían de acompañarme durante todo el 2017, con los eventos que se me presentaron en torno a un anhelado y trunco proyecto, en torno a un amor que desistió sin revelarse! Para mi frustración y melancolía, ambas cosas siguen guardadas dentro del clóset y esta canción me evoca toda esa impotencia y desilución.
Alicia Ávila: «TQM» de Little Jesus. Además de que poco a poco Little Jesus se fue ganando mi corazón, esta canción se posicionó en el top ten de un gran soundtrack para comenzar todos mis días. Como lo mencioné en el #PodcastRCMX dedicado a las mejores canciones de 2017 (que escucharán el próximo martes), la letra me parece muy interesante: «Solo te quiero para que me digas lo que ya sé de mí»… Muchas veces nos olvidamos de quiénes somos, de lo que valemos y de lo que hemos hecho que nos ha convertido en lo que somos. Es una canción que habla de amor pero también de uno propio. ¿A quién no le ha pasado? Quieres ocultarlo, controlarte y esconder tus nervios, y por más que lo intentemos, se nos paralizan las piernas al ver a esa persona: el mundo se detiene en esa momento.
Ligiaele: «You’re the best thing about me» de U2. Porque este año, a pesar de todos los problemas que enfrenté, me hicieron ser una mejor versión de mí.
Jimena Amezcua: «Let me go» de Alesso y Hailey Steifield, porque me hace cantar y bailar.
Esteban Hernández Tamés: «Mudanza» de Dromedarios Mágicos y José Salazar. «Mudanza» es una canción que llegó por sorpresa. José Salazar (vocalista de Sputnik) y Dromedarios Mágicos (uno de los cantautores más interesantes que ha dado nuestro país), nos entregan una canción simple y emocional, con una producción casera que contrasta mucho con sus otros proyectos. Realmente no me he podido sacar la canción de la cabeza, Pepe y Drome son un dúo que a priori parecería que no funcionaría, pero que pusieron a «Mudanza» como mi canción favorita del año.
Eloise Cornelio Belmont: «DNA» de BTS. Esta es una banda coreana muy popular en Asia, incluida China, en donde los escuché por primera vez. En México nunca le presté atención al K-pop, pero tuve la suerte de conocer a estos chicos durante mi estancia en Beijing, quienes sacaron un nuevo álbum por esas fechas e inundaron las calles de promocionales y comerciales. «DNA» fue el single con el que comenzaron la promoción de su nuevo álbum, pero realmente sus demás trabajos no están nada mal, el concepto y comportamiento de un artista (o «idol») en Asia es muy diferente al que tenemos en Cccidente y es en verdad interesante adentrarte a la cultura pop asiática y descubrir que en cuanto a calidad, no tienen nada que envidiarle a nuestros artistas.
Amaury Berdejo: «Fior di Latte» de Phoenix. Esta canción fue tomando un lugar muy especial en mi vida durante el año, sonorizando muchas emociones que sin duda la convirtieron en la favorita del nuevo disco de Phoenix. Tuve la oportunidad de verlos en vivo y reafirmé que poseen uno de los show más emotivos y emocionantes en estos días. Esta letra habla (según varios blogs de fans que he leído) del deseo que siente el protagonista por una chica y su manera de expresarlo con gran sutileza y una selección de palabras bastante tierna. En Italia, fior di latte puede referirse a un queso blanco o a un gelato hecho a base del mismo: en ambos significados, el placer, las texturas y el deseo están presentes de la misma forma que las emociones producidas en nuestra mente por esa persona especial. «On… We’re meant to get it on.» ¡Larga vida a Phoenix!
Llavesita: «Je veux» de Zaz. Aunque sea del año pasado, fue este año que la descubrí y justo en el cambio más importante de mi vida al día de hoy; así que sin más me identifico plenamente con la letra, ¡así soy yo, ¿y qué?! Jajaja. Por lo demás la melodía es deliciosa a mis oídos.
Max Barahona: «Te darán ganas de verme» de Banda Los Recoditos. Rola que me motivó a cerrar ciclos y pa’ agarrar la fiesta sin miedo.
Morelia Martínez Rodríguez: Tanto la canción como el evento que me han marcado en este 2017 tienen conexión. «Tan lejos» de No Te Va Gustar. El 26 de octubre se presentó No Te Va Gustar en Morelia como parte del Circuito Indio en su sección «Extra». Desde que me topé con esta banda uruguaya siempre me gustaron, por ello aproveché cubrir la presentación y previo escuché su discografía. Me topé con esta rola y me movió, así como otras canciones más, y escucharlas en vivo, todo cambió. Dos días después falleció mi papá, la rola y la banda han sido las únicas que me han dado fuerzas para seguir.
Joaquín Cervantes: «Ordinary World» de Green Day. Porque es una canción con un ritmo que reaviva de una forma muy agradable lo que se escuchaba en los 90.
Valeria Ramos: «Fake Happy» de Paramore. Justo cuando creíamos que no había manera humana de que la cosa se pusiera peor que 2016, llegó 2017. Eso sí, nos brindó uno de los mejores años musicales que hemos tenido recientemente. «Fake Happy», el más reciente sencillo que no regala Paramore de su quinto disco de estudio, «After Laughter», es un himno para una generación que ha perdido la esperanza, pero que ya está lista para recuperarla. Una canción contradictoria, llena de ritmo y sintetizadores ochentero que poco hacen por ocultar la absoluta miseria que Hayley Williams expresa en su letra; «Fake Happy» nos invita a seguir adelante en el momento más oscuro y que, en las palabras de su cantante, debemos llorar fuerte pero bailar aún más.
Ana Escárcega: «City of stars» de Justin Hurwitz con letra de Benj Pasek. La canción que marcó mi 2017 fue «City of stars» cantada por Ryan Gosling. Todo el soundtrack de esta película estuvo en mis primeros lugares la primera mitad del año. Mi OST favorito de 2017.
Alexandra Careaga Franco: «Castle on the hill» de Ed Sheeran. Es una canción que apela a la nostalgia y a los cambios. Al ser el año en el que finalmente me titulé, me hizo identificarme mucho con el cambio de etapas de mi vida. Además de todo es de las menos famosas del último álbum del artista y, en mi opinión, de las mejores.
Yamileth Moncerrat Ramírez Hernández: «Thinking of a place» de The War On Drugs, porque es un tema lleno de sentimentalismo y talento.
Daniel Higa Alquicira: «Wall of glass» de Liam Gallagher. Entre el sonido y la letra, me parece una de las canciones que más potentes de este año.
Rafael Pérez Aldana: «What do I know?» de Ed Sheeran. Si me pidieran elegir la canción que sería el soundtrack de mi 2017, definitivamente escogería «What do I know?» de Ed Sheeran, de su más reciente álbum «Divide». Aunque no tuvo la misma atención que grandes éxitos de dicho álbum como «Shape of you» o Castle on the hill» nos demuestra que aún existen muy buenas canciones que no necesariamente deben de hablar de amor. Es perfecta para todo momento, en particular cuando necesitas un levantón de ánimo; esta canción, al igual que todo lo que sacó el intérprete británico durante este año, valen la pena ser escuchados.
Andrea Ramírez: «Blush» de Wolf Alice. ¡Qué difícil! Hay muchas canciones que marcaron mi 2017, desde las viejitas hasta las más nuevas; pero definitivamente «Blush» de Wolf Alice marcó mis viajes en transporte público, momentos importantes y noches sin poder dormir de este 2017.
Juan Carlos Urrutia: «Vida en el espejo» de Enjambre.
Yuriko Alhelí Hidalgo Martínez: «Felices los 4» de Maluma. A pesar de los prejuicios que muchos podrían tener con respecto al género urbano, ésta no se trata de una canción que denigre de alguna forma a alguno de los sexos; cuenta una historia, o más acertadamente, una situación, pero sin caer en lo vulgar. Quizá los temas que toca no son cómodos de hablar para la gran mayoría, sin embargo no agrede en ningún momento. El ritmo, aunque es identificado de inmediato como reguetón, tiene ciertos matices que lo hacen agradable a los oídos. Cuando la transformaron en salsa rebasó mis expectativas; el acompañamiento de Marc Anthony la hizo muy interesante.
Miriam Alavez: «Telepatía» de Camilo Séptimo («Óleos», 2017). Es una canción llena de energía bonita, la podría escuchar 24/7. Los ritmos sonoros de este track como el synth-pop y el indie-rock hacen de ésta una excelente canción; la letra me atrapa demasiado, pues tiene mucha magia enfocada en el cómo podemos comunicarnos con nuestro alrededor e incluso con esa persona especial.
Diana Velázquez González: «High» de Rawayana. Tengo muchísimas, pero si solo tengo que decir una, sería «High». ¿Por qué? El 2017 fue la primera vez que los vi en vivo y esta canción me pone de buenas todos los días.
Asfaltos: «Darlo todo» de Marissa Mur. La canción fue protagonista de mi Lunes musical del 18 de septiembre. El 15 pasado, la noticia de un feminicidio más me ponía cabizbajo, sin mucha fe. El día 19 de septiembre la ciudad se cimbró, vidas cambiaron para siempre. «Darlo todo» de Marissa Mur fue el apapacho necesario…
Enrique Figueroa Anaya: «Everything now» de Arcade Fire. Sé muy bien que los Arcade Fire son siempre motivo de discusión, de comentarios encontrados. Desde aquel extraordinario «Funeral», para muchos -me incluyo- su mejor material, «Everything Now» se encontraba más que lejos de su genio, de su calidad como músicos. Pero para mí, con escuchar su sencillo homónimo, «Everything now», basta… «Daddy, how come you’re never around?/ I miss you, like everything now/ Mama, leave the food on the stove/ Leave your car in the middle of the road/ This happy family with everything now». La canción, cada que escucho la anterior línea, me estremece, me aprieta el cogote. La canción me parece hermosa. Retumbó en mi corazón, hizo eco en mi alma.
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Foto: Cat Zheng.
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