«La boda de Valentina»: auténticas relaciones bilaterales

Por Alicia Ávila Monroy.

«Ríete de tus penas, siempre».

No elegimos dónde nacer, elegimos dónde queremos vivir y donde queremos crecer.

El día de ayer se llevó a cabo en Antara la premiere y alfombra roja de la película «La boda de Valentina», comedia romántica estelarizada por Omar Chaparro, Ryan Carnes, Marimar Vega, Sabine Moussier, Tony Dalton y Jesús Zavala; con la participación especial de Chumel Torres, exitoso vlogger al frente del programa «El pulso de la República», en donde habla de temas cotidianos en la política a través de la sátira.

Valentina Hidalgo (Marimar Vega, «Amor de mis amores», «Te presento a Laura») vivía con su familia en México hasta que un día decidió marcharse de la ciudad donde ha logrado desempeñarse y cumplir grandes metas a nivel profesional y personal, para involucrarse en el ámbito altruista y humanista al ayudar a diversas comunidades de Haití a través de la fundación de la familia de Jason, su novio a quien conoció en Nueva York (Ryan Carnes, «Blackout», «Surf School»).

Todo comenzará a cambiar para Valentina desde el momento en el que Jason le pida ser su prometida; pues a ella no le gusta hablar mucho de su pasado y mucho menos, de su familia; pues la familia Hidalgo son personas muy conocidas donde ella nació y no precisamente por temas que la hagan sentir orgullosa.

A Jason le gustaría que la boda sea en México y Valentina sugiere que sea mejor en donde están; pues le gustaría algo más íntimo. ¿Estará ocultando algo Valentina? ¿Cómo será presentar a dos familias de diferentes costumbres previo a la boda de los hijos? ¿Podrán sobrevivir al choque cultural?

Aprovechando los elementos cliché de ambas culturas –mexicana y estadounidense–, la cinta logra una serie de referencias bastante cómicas; sobre todo al momento en que ambos pretendientes de Valentina se ven obligados a permanecer un día juntos e intentar sobrevivir uno al otro.

Aspectos que tristemente son muy característicos que vivimos en la actualidad como lo son la corrupción, problemas políticos y manejo –abuso- de influencias, son abordados desde un lado «chusco».

 

«La boda de Valentina» nos cuenta una historia que nos deja en alto la verdadera razón para crecer y estar plenos lo que resta de nuestras vidas: para ser feliz, no debes darle gusto a nadie más que a ti mismo. Sin duda, una película que aprovecha la capacidad de los mexicanos de reírnos de nuestros problemas y al final del día, de nosotros mismos.

«La boda de Valentina» dirigida por Marco Polo Constandse estrena mañana viernes 9 de febrero en cines nacionales. Consulta cartelera.

Con imágenes cortesía de Videocine.