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Por Andrea García Borja.
La nota de esta semana quiero dedicársela a una de las mejores películas de dibujos animados que he visto últimamente: El Lórax. Fui a verla porque en el EcoFest estaba el personaje del Lórax y supuse que algo tendría que ver con la cultura ecofriendly. Cuando escuché que una niña le pedía a su mamá que saliendo del cine fueran a plantar muchos árboles, supe que tenía que escribirles acerca de esta película.
La historia se desarrolla en una ciudad que es muy bella y en donde todos viven felices, pero también, es muy plástica. En esta ciudad no hay absolutamente nada natural. El protagonista se entera de que antes existían los llamados arboles que crecían directamente de la tierra y como una hazaña romántica pretende conseguir un árbol natural. Entonces sale de la ciudad amurallada y se encuentra con el mundo real donde todo es gris, sucio y contaminado. Él va en busca de un ermitaño que es el único que sabe cómo conseguir un árbol real.
Entonces, la historia regresa en el tiempo y relata lo que sucedió para que esta ciudad quedara sin el menor rastro de naturaleza. Lo que pasó fue que un joven emprendedor inventó una cosa, algo indescriptible, y la fabricó con el pelaje de los árboles (sí, en la película los árboles tienen pelaje en lugar de follaje). Tanto fue el éxito del joven que taló todo el bosque para producir más de su producto. Al final, cuando ya no quedaba más bosque, también se acabó su negocio. Sin embargo, las consecuencias en el medio ambiente fueron irreparables. Fue así como se creó la cuidad plástica que es hermosa por dentro pero el aire está tan contaminado que se venden garrafones de aire puro para que la gente pueda sobrevivir.
Hasta ahí le dejo, no les cuento el final para que vayan a verla, aunque no creo que les cueste trabajo imaginárselo. Esta película me gustó por muchas cosas. Primero me encanta que se haya realizado una película infantil que les muestre a los niños, de una manera muy divertida, la importancia de cuidar el medio ambiente y las consecuencias que puede traer el que no lo hagamos. Es una excelente manera de concienciar a las nuevas generaciones desde pequeños para que crezcan siendo consientes acerca de situaciones como la contaminación, el calentamiento global, el deterioro ambiental, entre otras. Como diríamos, que desde chiquitos tengan el chip ecofriendly integrado.
Por otro lado, me gustó la crítica que hace a la cultura de consumismo que tanto caracteriza a la sociedad occidental. La cosa por el cual se talan todos los árboles es el "Thneed". En ingles es un juego de palabras que significa “la necesidad”, creo que la metáfora es muy adecuada. En un inicio esta cosa que no se parece nada pero hace de todo, no tuvo éxito, pero en cuanto una persona empezó a usarlo todo el mundo quiso uno. Se convirtió en una necesidad para todos, aunque en realidad esto era solo una ilusión momentánea. Nosotros nos encontramos a diario con este tipo de productos y campañas publicitarias que pretenden crear necesidades en las personas.
Si no han ido a ver El Lórax, vayan a verla y llévense a sus primos, sobrinos, hermanos o hijos. Les aseguro que tanto a ellos como a ustedes les va a encantar. Y dejen sus comentarios acerca de la reacción que tuvieron los pequeños.
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