Por Asfaltos.
He de confesar que siempre que se me vende una película por su mensaje moral, pienso 2 veces en verla. Cuando ya me dispongo a hacerlo, y la temática de la cinta no hace mas que reforzar ese mensaje, es cuando me cuesta separarme todavía más de ello. Sin embargo, a pesar de lo que se pueda pensar, «Roman J. Israel, Esq.» es una película que tiene otros elementos más que sí la hacen de interés. Afortunadamente la cinta tiene más aristas que las obvias.
Sí, nos encontramos frente a la historia del hombre que da nombre a la película. Interpretado por Denzel Washington, quien por cierto compite por el Oscar a «Mejor actor» -única nominación de la película en los Premios de la Academia-, Roman J. Israel, Esq. es un tipo por así decirlo… poco común. Parte del despacho de uno de los más respetados abogados de Los Ángeles, Roman es el responsable de tomar los apuntes de su jefe. Todo, sin embargo, cambia cuando la cabeza del despacho deja de estar presente.
Fuertemente influenciado por su trabajo, con una sólida inclinación por la justicia, Roman no ve en el horizonte cercano el hacerse a un lado de la labor que considera es indispensable para la sociedad. Solo que hay un problema; limitantes diversas hacen que Roman J. Israel, Esq. no consiga tan fácilmente el objetivo. Para empezar: él no es un abogado.
Denzel Washington brilla sin duda por encima de todo lo demás en esta película. Su actuación como el poco común -algunos le llamarían «bicho raro»- Roman es absolutamente convincente. Sin muchas palabras -y eso que tiene muchas líneas el personaje-, Washington logra transmitir la serie de conflictos que padece a quien interpreta. Podríamos decir que es una interpretación perfecta de un ser humano complejo y natural; con conflictos y sobre todo con muchas batallas internas.
Sí, la película no esconde como ya lo había comentado, sus intenciones «moralinas». El propio subtítulo de la cinta en su estreno en México es «Un hombre con principios», algo que de entrada parece bastante chocante; sin embargo afortunadamente no todo eso se encierra en ello, y también hay que decir que a pesar de todo la historia termina siendo entretenida.
Ayuda también contar con las interpretaciones de Colin Farrell como George Pierce y de Carmen Ejogo como Maya Alston. Farrell es un abogado que entra para sanear las finanzas del despacho donde trabajaba Roman, y aunque parece un poco irreal su paciencia para con el personaje de Washington, termina siendo una de las actuaciones más sólidas de la película. Carmen Ejogo por su parte, como la activista Maya, inyecta frescura tanto a la trama como a la experiencia del espectador.
Otro detalle que me gustaría hacer notar, sobre todo porque en pantalla grande se destaca muchísimo, es que «Roman J. Israel, Esq.» fue filmada en 35 mm, asunto que se disfruta de tremenda manera. Vaya que la diferencia con el ya impuesto digital en el cine es notable. Es una experiencia encantadora que ya también vale el boleto en el cine.
«Roman J. Israel, Esq.» quizá peque de ser de esas películas hechas para ganar premios en los Oscar -aunque solo recibió una nominación-, pero a pesar de ello hay elementos como los ya descritos que la hacen entretenida y una buena opción para prepararse para éstos. ¿Ganará Denzel Washington el Premio de la Academia? El problema es que con él compiten Gary Oldman en «Las horas más oscuras» y Daniel Day-Lewis en «El hilo fantasma» -actuaciones ya comentadas en Reconoce MX-; por lo que mi pronóstico sería que no.
Mañana viernes 2 de marzo estrena en cines «Roman J. Israel, Esq.». ¿La ven y la comentamos?
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