Ser inmigrante es un tema muy platicado estos días, por lo que no es sorpresa que éste resulte sensible y genere muchos temores para aquellos que se van a buscar fortuna en otro país. Ya sea en Estados Unidos o Europa, cualquier inmigrante teme que lo deporten.
A pesar de ser un tema complicado, uno no puede evitar sacarle el lado divertido a algo trivial. Así lo hizo el director, y protagonista, Tarek Boudali en su nueva cinta, la cual narra la historia de Yassine, un estudiante marroquí que lo deja todo para estudiar arquitectura en París.
Las cosas iban bien para él: es el mejor de su clase, ha encontrado el amor en alguien inesperado y su sueño de recompensar a su familia cada vez se ve más cerca, pero las cosas se salen de control cuando pierde su visa a causa de haber faltado a su examen final, dejándolo avergonzado y apartado del mundo.
Para salir de este conflicto Yassine le propone a su mejor amigo Fred (Phillippe Lacheau) que se case con él mientras pone en orden todos sus papeles y vida, algo que pensaban sería más fácil de lo imaginado. Su “romance” se verá afectado por amores del pasado, amistades, leyes, familia e incluso conflicto de intereses.
La película, en sus 96 minutos de duración, puedo confirmarles que les traerá llorando de la risa. Es una comedia con chistes muy simples, que incluso el más conservador podrá gozar. Como típica comedia, va muy alejada de la realidad, tanto política como social, y se basa en muchos estereotipos, en una época que se busca romper con ellos, por lo que hay que considerar que se trata meramente de una película con intención de hacer reír en el transcurso de la historia; la cual, habrá que destacar, sigue la línea narrativa de Hollywood en el que se prevé cuál será el cierre abrupto de la película (el típico «y vivieron felices para siempre»).
Una comedia puede ser muy buena si se escribe un guión bueno, en el que se profundice más a sus personajes, conocerlos más allá de las risas que nos ofrecen, buscando generar empatía y cariño por ellos. Boudali no logra tal cosa. La cinta no tiene nada que destaque como obra cinematográfica francesa, más que el hecho de que puedes pasar un rato riendo a todo pulmón acompañado de unas ricas palomitas.
Lamentablemente para la producción, dudo que sea una película que destaque más allá de unas semanas en cartelera, mas invito a que vayas y generes tu propia crítica.
El estreno de «Matrimonio x accidente» es mañana viernes 9 de marzo de forma exclusiva en cines nacionales.
Con imágenes cortesía de Gussi Cinema.
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