Por Asfaltos.
Antes de comenzar esta reseña, habría que empezar por dejar claro algo. Tomb Raider es una franquicia que comenzó en los videojuegos en un ya lejano 1996. A partir de «Tomb Raider» (1996) todo se desató, entregando una larga serie de secuelas y versiones, así como historietas y también películas. La protagonista de Tomb Raider, Lara Croft, es una mujer joven muy guapa de cintura delgada y curvas pronunciadas, que suele usar ropa ajustada y muchas veces ombligueras y shorts; y que para decirlo pronto también, sabe escalar, andar en canoa en ríos francamente salvajes, usar arco y pistolas; y que lo mismo ha combatido contra lobos, jaguares, escarabajos gigantes, dinosaurios y hasta un dragón que lanza fuego. Habiendo ilustrado parte de la franquicia Tomb Raider así, aquí la reseña.
En el cine no podríamos esperar algo diferente; y justamente fue así. Era el verano de 2001, año en el que la actriz Angelina Jolie se enfundaba en la piel de Lara Croft para la primer película de la franquicia: «Lara Croft: Tomb Raider». La película, si bien podríamos decir que resultó un éxito en taquilla (duplicó su costo de producción), no fue del agrado de crítica ni de algunos fanáticos; sin embargo, dos años después, una secuela llegaría superando «por poco» lo realizado en la ocasión anterior. Ahora, el obvio reboot que se esperaba de la serie, llega cines.
Dirigida por el noruego Roar Uthaug, quien debuta de esta manera en la industria cinematográfica de Hollywood, llega a cines mañana viernes 16 de marzo «Tomb Raider: las aventuras de Lara Croft». La película, basada en el videojuego homónimo de 2013 -con elementos de su secuela «Rise of the Tomb Raider» (2015)-, nos presenta la historia de una joven Lara quien en Londres, Inglaterra, vive para pagarse una de sus únicas aficiones: el kick-boxing. Sin embargo, con deudas y sin muchas opciones para valerse por sí misma -económicamente hablando-, Lara es tentada por una vieja conocida a aceptar firmar unos papeles para hacerse merecedora de una jugosa herencia familiar.
Sí, aprendemos en la película que el papá de Lara, Richard Croft, ha desaparecido desde hace 7 años, razón por la cual las autoridades le han dado por muerto. Un único obstáculo separa al hecho de que se oficialice la muerte de Richard, y esa es precisamente la firma que Lara niega otorgar, evitando así hacerse a la idea de que jamás volverá a ver a su padre. Sin embargo, en un acto de flaqueza, Lara acepta hasta que se percata de que el misterio alrededor de su padre todavía no tiene fin. Así es como comienza la aventura de Lara Croft en «Tomb Raider: las aventuras de Lara Croft».
Qué les digo, la ganadora del Óscar Alicia Vikander luce absolutamente preciosa como Lara Croft, y sin duda -y antes que nada- con una gran fortaleza y agilidad que definitivamente la convierten en la Tomb Raider que todos los fanáticos se habían imaginado. Aprovechando esa cara angelical, con ese tremendo trabajo físico a la que la actriz se sometió, Uthaug logra una personificación perfecta de una heroína a la que los hombres siempre verán inferior por su belleza, hasta que ella misma -sin verse obligada, sino aprovechando su superioridad- les demuestre todo lo contrario.
Con escenas de acción, una tras otra de manera interminable, el espectador no deja de sorprenderse con la serie de acrobacias que la propia Lara Croft es capaz de ejecutar sin mayores miramientos. Aquí es donde uno tiene que recordar de dónde viene la película, para de ese modo, entonces, entender y entrarle de mejor manera al mundo que nos propone la película. ¡Claro que hay escenas absolutamente inverosímiles! Pero vale, de eso se ha tratado siempre Tomb Raider, lo cual le va en definitiva muy bien al ritmo de la cinta.
A mí, particularmente, me pareció un gran acierto la forma en la que se combinan historia, acción y aventura en una película que como principal referencia de su tipo, sin duda remite a trabajos como «La momia» (1999) con Brendan Fraser y desde luego la saga de Indiana Jones protagonizada por Harrison Ford y creada por Steven Spielberg y George Lucas. «Tomb Raider» ofrece las emociones de ambas películas, quizá sin el humor de las dos ni la manufactura de la saga Jones, pero sí con la energía, esencia y espíritu de las dos.
«Tomb Raider» posiblemente no haga historia dentro de su género como película, pero quizá sí logre de forma firme el nacimiento de una nueva serie de películas que de menos nos asegura una trilogía nueva, con muchas historias por descubrir y muchas otras emociones por aflorar. El aspecto arqueológico de la película inclusive me agradó, pensando así que podrían echarle un poco más de cabeza a la secuela, y pensar en algo con un tono más serio y menos de videojuego para lo que venga; aunque no, lo anterior no le resta en nada a la cinta a estrenarse el día de mañana en cines nacionales.
¿Recomendable? Las mujeres verán una gran guerrera personificada en Lara Croft, mientras que los hombres nos emocionaremos con la acción sin dejar de admirar la belleza de una Alicia Vikander que luce tremendamente espectacular.
Con imágenes cortesía de Warner Bros. México.
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