Por Asfaltos.
Eran los primeros años de la década de los 80 en México, tiempo en el que un grupo de músicos a falta de recursos buscaron la forma de presentar su trabajo sin tener que depender del dinero. Con sus guitarras, quizá un teclado o una armónica, y desde luego con sus voces, el Movimiento Rupestre fue breve pero a la vez contundente. Para la memoria de Ciudad de México, su paso es relevante.
La primavera ya comenzó, y lo hizo, en este 2018, ayer 20 de marzo a paertir de las 10:15 horas. Por ello me animé a buscar una canción que hablara de la temporada, y cómo no, tenía que ser también una canción que hablara del amor. El autor es el músico rupestre Roberto Ponce, quien actualmente es coordinador de Espectáculos del semanario Proceso, y quien en aquellos años figuró junto a otros como uno de los representantes más importantes del movimiento.
La canción se llama «Rojos de marzo», y como escuchan, desde su sucio sonido se percibe como la curiosidad que no deja de ser. Sin emabrgo ojo, no se dejen atrapar por la calidad de la grabación, y pongan atención a la letra. Una forma particular de ver los sucesos cotidianos fue una de las características de músicos como Roberto Ponce, quien en «Rojos de marzo» nos ilustra con gran talento un amor simple en el marco de la urbe de aquellos años.
«Serpientes de seda circundan tu cintura. Susurran ‘hermana’ como a una calavera. Los cuervos no vuelan, contemplan el acto. Recoges tu prenda y nos vamos en camión.»
La primavera, dicen por ahí, lo pone a uno un tanto jairoso. Lo cierto es que el calor aumenta, las flores retoman su protagonismo y hay algo en el aire que nos provoca… amar. Con «Rojos de marzo» uno siente esas locas ganas de enamorar a alguien en el cortejo; pero también le provoca a uno cierta nostalgia de aquellos otros amores que fueron, y ya no son.
¿Qué otras canciones creen aptas para el inicio de la primavera?
Foto: Erik Gabriel.
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