Ibeyi y su vínculo amoroso en El Plaza

Texto por Felipe Corrales.
Fotos por Yamileth Moncerrat Ramírez Hernández.

Los asistentes a este concierto no sabíamos realmente lo que estábamos a punto de observar, era el primer show de las hermanas cubanas después de su última presentación en el Vive Latino.

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Lisa Kaindé y Noami Díaz hicieron una pequeña escala antes de pasar al desierto de Coachella, El Plaza Condesa fue el lugar perfecto para esta mágica experiencia visual que se llevó entre aplausos y gritos.

El warm up fue a cargo de la colombiana Elsa y Elmar; entre un beat de sintetizadores y canciones de amor, la música pop de este proyecto cautivó a las pocas personas que se encontraban desde temprano en el lugar.

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Al momento de saltar al escenario su presencia caribeña brotaba en todo el ambiente, un rojo llamativo en su vestimenta con joyas cromadas era el factor que resaltaba de primer momento.

La interacción del dúo fue inmediata. Los sonidos se acoplaban directamente con su propuesta visual. «I Wanna Be With You», «Away Away», «I Carried this For Years» y «Numb» fueron el primer combo de canciones en sonar.

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La mezcla de ritmos era rica en sonidos de distintas raíces, twerk, tambores afroamericanos y hip-hop eran sazonados gracias a la explosiva presentación.

A partir de esta sinergia entre banda y público Ibeyi alzaron la voz para ofrecer una voz de unión y crítica; un discurso ante Trump y un fragmento de pensamiento de Michelle Obama fueron los momentos más aplaudidos.

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Era «Ash» el disco que las traía de vuelta a nuestro país, las canciones continuaban y a pesar del malestar de garganta de una de sus integrantes, Ibeyi no dejaron de saltar, de aplaudir y de crear un vínculo amoroso en el concierto.

Las luces eran altisonantes, los visuales pasaban de un cálido desierto hasta el cosmos iluminado; «Deathless», «Me voy», «Olla» sonaron de la mejor manera posible.

El cierre fue con «River»: «México, qué lindo son» exclamaba la banda para cerrar este show. Fue así que la noche terminó con un claro mensaje de paz, fuerza y unión entre seres humanos.