Por Sandyluz.
Quizás cuando mencionamos el nombre “Jorge Luis Borges” pensamos en desarrollos filosóficos, donde sucederá la infalible vuelta de tuerca y los planteamientos paradójicos que subyacen en la ironía lacónica con la que dialogan sus personajes. Quizás si les planteo que «There are more things» es el título original de uno de sus cuentos, y que su autor «así» lo decidió (sí, en inglés) para evocar memorias y homenajear, nada más y nada menos que a H.P. Lovecraft, apenas podríamos creerlo; ¡pues así es! En este cuento breve, incluido en su antología «El libro de arena», Borges, la genuina y disruptiva pluma latina, hace un extraño relato de terror, emulando todo el estilo de Lovecraft, pero con su propio sello personal. ¿Recomendable? Totalmente. Sin lugar a dudas, uno de los mejores cuentos que le podamos leer; ésto por su impecable estructura y por contar con su peculiar «acento borgiano».
Al inicio del cuento, similar que en «El horror de Dunwich» de Lovecraft, Borges nos inmiscuye en un ambiente boscoso, con nubes bajas y plomizas; se trata de una aldea pequeña, con pocos habitantes. El narrador intradiegético protagonista (muy al estilo lovecraftiano) debe asistir de emergencia al funeral de su tío Edwin Arnett, e inmiscuirse en el ambiente inhóspito y campirano de La Casa Colorada, que servía de morada del difunto pariente. El conflicto del cuento, presente desde el primer párrafo del cuento, corresponde justamente al cambio de ambiente del personaje, quien debe abandonar la seguridad de su ambiente urbano, para enfrentarse a las vicisitudes del ambiente exótico de Buenos Aires donde él es un mero huésped.
En el desarrollo del cuento, a manera de un relato detectivesco, el personaje protagónico tiene la ocasión de entrevistarse con moradores varios de la aldea, quienes le refieren extraños acontecimientos sucedidos, en torno a La Casa Colorada de su tío. Hay un común denominador en todos los relatos: el nuevo propietario, un extranjero apellidado Preetorious. El suspenso y la tensión narrativa progresan en constante ascenso, a partir de las leyendas, hilvanadas en torno a la casa. Todo este compendio de testimonios sólo llevan al narrador protagonista a querer internarse en las entrañas de la casa, para averiguar, por cuenta propia, qué misterios esconde la otrora vivienda de su tío difunto. En el momento climático del cuento, el narrador observa por sí mismo el extravagante mobiliario, a sabiendas de que está invadiendo la privacidad de un algo o alguien desconocido para todos. Luego de la extrañeza, y de sentirse ajeno, en un ambiente antes familiar, se dispone a marcharse, sin sospechar que será sorprendido… Espacio vacío… Un desenlace abierto, trepidante y del todo propositivo, que da paso al momento de horror, donde se abre la brecha, entre el suspenso fantasmagórico y la posibilidad terrible de la ciencia ficción.
Sin lugar a dudas, uno de los aciertos del cuento «There are more things» es generar esa atmósfera de relato policiaco, donde todo parece tratarse de un misterio de la vida real; todo debe tener una resolución lógica, con su correspondiente causa-efecto; sin embargo, ¿qué sucede cuando la pluma borgiana teje la posibilidad para la disyuntiva, donde el minotauro del laberinto del mito griego, y donde cualquier criatura del universo lovecraftiano podría realmente converger, en nuestra realidad humana? Irónico, ¿cierto? Justo ahí, se logra la comunión, entre el terror de ciencia ficción de un aventurado y estadounidense Lovecraft –quien planteaba la posibilidad de convivir con seres alienígenas y/o especies primigenias–, y entre el realismo mágico de un Jorge Luis Borges, latino –quien genera relatos, que parten del ingrediente real, verídico o legendario, para extender ramificaciones hacia la magia y la fantasía–.
Realmente «There are more things» es un cuento ágil, dinámico y sorprendente, con una correcta y evolutiva estructura narrativa, que culmina en el clímax galopante y epifánico. Más allá, las irónicas dudas borgianas: ¿acaso somos los amos y señores del planeta? ¿Acaso nada pone en peligro el confort y la supremacía humana? ¿Acaso podemos sentirnos seguros y a salvo, dentro de nuestras familias de abolengo, y dentro de nuestros trofeos y patrimonios materiales? O, acaso… There are more things? No me parece casualidad que haya decidido titular en inglés su historia. Ello nos habla de una actitud inclusiva, global; también, de una clara intención de homenajear a H.P. Lovecraft, cuya lengua nativa era el inglés; pero, sobretodo, de la posibilidad, de la duda, del misterio, y de la viabilidad de inclusión de lo extraño e inaprehensible, dentro de las fronteras lógicas y coherentes, tan características del género humano.
Así, como era de esperarse, Borges hace un trabajo fenomenal, con un cuento de impecable forma, pero sin olvidarse del trasfondo paradójico, referencial y filosófico, que lo caracteriza. Siempre, a la vuelta de la página, ¿o de la esquina? There are more things…
Fuente consultada: Borges, Jorge Luis. El libro de arena. México: Alianza Editorial, 2000.
Sandyluz. “Detrás de la pluma…” Egresada del Tecnológico de Monterrey Campus Toluca, de la carrera de Ciencias de la Comunicación. Completó estudios de Creación Literaria en la Escuela de Escritores del Estado de México (SOGEM). También terminó una maestría en Estudios Humanísticos con especialidad en Literatura, en el Tecnológico de Monterrey. En un plano más relajado, es aficionada a los libros y a la escritura desde corta edad; ha escrito de manera informal cuentos y poesías; con uno de sus primeros cuentos ganó un concurso local del cual obtuvo su primer retribución económica y profesional, siendo ello un significativo incentivo para seguir escribiendo. La Literatura ha sido una válvula de escape para no enfermar de realidad. La fantasía reanima el fulgor de los sueños que soñamos dormidos y que soñamos despiertos…
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