Por Asfaltos.
Una serie de coincidencias me hacen escribir esta columna que me llena de curiosidad. Primero, que este fin de semana se estrena la más reciente película de uno de mis directores favoritos, John Carpenter. Carpenter regresa 40 años después con una nueva secuela de su clásico de 1978, «Halloween». «Halloween», como confusamente también se llama la nueva película de Carpenter, vuvle con su protagonista Jamie Lee Curtis, quien regresa encarnando a Laurie Strode. Por otra parte, a la par, James Cameron trabaja como productor en una nueva película de su también clásica «Terminator», cinta que regresará al mando del realizador Tim Miller con los dos protagonistas originales: Arnold Schwarzenegger como Terminator y Linda Hamilton como Sarah Connor. La primera «Terminator» se estrenó en cines en octubre de 1984, mismo año en la que haría lo propio «Starman» -ésta en diciembre-, también de John Carpenter.
«Starman», película protagonizada por Jeff Bridges (Starman) y por Karen Allen (Jenny Hayden) -y que recuerda muchísimo a otro clásico como «E. T. the Extra-Terrestrial» (1982)-, nos presentaba la historia de Starman, un ser del espacio exterior que encarnaba en el cuerpo del fallecido esposo de Jenny Hayden. Devastada, sin poder digerir la muerte de quien era su amado, Jenny se deja llevar por la apariencia física de este extraño ser de otro planeta que acude a ella en busca de auxilio para poder regresar a su sitio de origen -sí, tal cual, «E. T. call phone». El Starman, en la que termina siendo también una road movie, aprende poco a poco las gracias de una humanidad de la que dice estar sorprendido por su capacidad de levantarse en los momentos más difíciles. Sí, vemos al Starman convivir torpemente con su entorno, pero también enamorarse de la mujer que va conociendo a lo largo de la aventura.
«Terminator» de James Cameron, viéndola fríamente, es una película un tanto ajena a las demás secuelas que le seguirían. Sí, asociamos principalmente a «Terminator» como una saga de películas de acción con toques futuristas y apocalípticos, pero pocas veces pensamos en «Terminator» también como una historia de amor… ¡Sí, como «Starman»! En «Terminator» es el joven Kyle Reese un soldado enviado del futuro para proteger a una joven Sarah Connor quien será la madre del líder de la resistencia frente a los exterminadores robóticos. En el camino, como el «Starman» de Cameron -o viceversa-, Reese terminará enamorándose de Connor para brindarle a su vida un elemento de esperanza que -¡también como en «Starman»!-, llevará en su vientre como símbolo de un mejor futuro para todos. Por su parte, el exterminador encarnado en Arnold Schwarzenegger, se nos presenta como un ser totalmente fuera de lugar en la tierra de 1984 en los Estados Unidos donde no encaja; claro, nunca es su intención realmente encajar. Por cierto, esa primera escena en la que se levanta desnudo y de espaldas el exterminador, es igualita a la presentación que hace el Starman de Carpenter en la película del mismo nombre.
Viendo tantas coincidencias en ambas películas, era imposible no relacionarlas con los elementos que además hermanarán a los dos cineastas en los próximos meses. John Carpenter tuvo ya la oportunidad de volver a sus personajes de hace 40 años, para poder contarnos algo nuevo o simplemente entretenernos -ya lo veremos, paciencia-; mientras que James Cameron como productor tendrá la misma oportunidad de hacerlo después de haber estado tantísimos años lejos de la franquicia, buscando así también brindarle un mejor futuro ¿o presente? a sus personajes.
Por último dos datos más. El primero, que James Cameron participó en la producción de «Escape from New York» de John Carpenter como director de fotografía en efectos visuales y como artista de mate en la misma área -de ahí la portada de esta columna-. El segundo, quizá ya un dato medio ocioso y mega forzado: James Cameron y John Carpenter comparten… ¡iniciales! Jaja.
En fin, la propuesta es entonces ver primero «Starman» de John Carpenter y luego «Terminator» de James Cameron. Ya me dirán, si también como su servilleta, no pensaron en esta misma serie de coincidencias; además de desde luego, que les haya cambiado la perspectiva de la primera película de «Terminator» que se disfruta así de distinta manera.
Asfaltos. Sobrevivo en una ciudad junto a millones de personas. ¿Mexiqueño? Me enamoro rápido y olvido difícilmente. Amo la música, el cine, los cómics, las mujeres y -últimamente gracias a los servicios de streaming– las series también. Vivo la vida a través de letras y melodías. Músico frustrado. Me pueden encontrar escuchando U2, Radiohead y Coldplay; así como Grand Funk Railroad, Styx y Eric Burdon; Chetes, Jumbo y Siddhartha; y hasta Jesse & Joy, Silverio y Aleks Syntek. Batman y Star Wars mis pasiones; también el Cruz Azul, pero ya saben… subcampeonísimo. Sobreviviente y náufrago; ermitaño que odia la soledad.
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