Por Asfaltos.
En los últimos días ha corrido un rumor de que veremos en el «Episodio IX» de Star Wars el regreso, por lo menos como fantasma, de Anakin Skywalker. La idea no es vieja, pues en el libro que revelaba el arte conceptual que se usó para “Star Wars: The Force Awakens”, se nos mostraba ya a un Anakin mitad luz, mitad oscuridad. Al final la única referencia que se terminó haciendo de Anakin en la primera película de la nueva trilogía en la etapa Disney, terminó siendo el casco de Darth Vader al que Kylo Ren le hablaba en una escena.
Que regrese Anakin es una idea tentadora a nivel mercadotecnia, pero pensando también en lo que alguna vez declaró J. J. Abrams era también la idea de cerrar la saga de los Skywalker con el “Episodio IX”, parece también un elemento interesante y obvio para intentar conectarse con las dos trilogías anteriores. Sí, está bien que se esté pensando en eso, pero a mí me hubiera gustado más que esta idea hubiera estado sobre la mesa desde el principio. Después del rumbo que tomó la historia tras lo sucedido en “Star Wars: The Last Jedi”, Abrams tendrá que ser muy hábil para que las conexiones que desea realizar no luzcan forzadas ni surgidas de una operación cicatriz metida con calzador.
Las dos primeras películas de la más reciente trilogía de Star Wars no han mostrado el menor asomo de hacia dónde es que se dirige el aparente cierre de la trilogía. Si bien intenté darle sentido a la trilogía en un texto anterior del que sigo creyendo, también es cierto que la idea del fracaso como el gran aprendizaje ya estaba presente en el arco narrativo de las primeras seis películas. Viendo las cintas como fueron concebidas por George Lucas, el autor George Lucas, la trilogía de las precuelas nos comunica finalmente cómo es que el gran fracaso de los Jedi derivó en la más oscura etapa de la República -finalmente Imperio-, y cómo es que a partir de ese mismo fracaso se cambiaron conceptos e ideas para finalmente poner todo en las manos del hijo de Anakin, Luke Skywalker. Whait! What? Me explico.
Elementos como los midiclorianos, la política en la vida de los Jedi, los estrictos entrenamientos y desde luego su enorme orgullo, serían desechados por Obi-Wan y Yoda al momento de encontrarse con Luke y prepararlo para el inevitable enfrentamiento con su padre. A nivel narrativo todo encaja de manera perfecta cuando se ve la trilogía de las precuelas después de la trilogía original. George Lucas, si bien con sus limitantes, termina por entregar una obra completa a la que no le hacía falta un elemento más para poderse entender. Al entrar “Star Wars: The Force Awakens” a la ecuación, la historia se amplía con un arco narrativo que idealmente sumará algo más a lo ya presentado por Lucas. Si se limita una vez más a lo que describí en mi ya mencionada columna anterior, nos enfrentaremos a algo repetitivo e innecesario.
J. J. Abrams tiene entonces frente a sí un tremendo rompecabezas; uno que por cierto si bien inició, no continuó en su segunda parte y ahora a bote pronto tuvo que retomar para intentar cerrar y terminar de darle coherencia. Sí, emociona pensar que podríamos ver al fantasma de Anakin Skywalker regresar a la saga, sin embargo haciéndolo en el marco de una mala decisión narrativa que poco o nada aporte a la saga, terminará por ser menos impactante e importante.
La verdad no daría nada por estar en los zapatos de Abrams, el reto es tremendamente grande y si bien no imposible, sí muy difícil. Al tiempo, espero que Abrams nos impresione y calle a todos la boca. Nada más agradable que ver cómo de manera creativa se suman piezas a una historia tan querida cómo la de Star Wars; sí, justo como Lucas lo hizo con las precuelas. Al tiempo…
Asfaltos. Sobrevivo en una ciudad junto a millones de personas. ¿Mexiqueño? Me enamoro rápido y olvido difícilmente. Amo la música, el cine, los cómics, las mujeres y -últimamente gracias a los servicios de streaming– las series también. Vivo la vida a través de letras y melodías. Músico frustrado. Me pueden encontrar escuchando U2, Radiohead y Coldplay; así como Grand Funk Railroad, Styx y Eric Burdon; Chetes, Jumbo y Siddhartha; y hasta Jesse & Joy, Silverio y Aleks Syntek. Batman y Star Wars mis pasiones; también el Cruz Azul, pero ya saben… subcampeonísimo. Sobreviviente y náufrago; ermitaño que odia la soledad.
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