Moderatto: la noche que los fans no olvidarán

Texto y fotos por Alicia Ávila Monroy.

Desde principios de la semana, menores de edad iban acompañados de sus padres a las rejas del Auditorio Nacional con maquillaje y pestañas postizas en la espera de encontrarse con los integrantes de la banda mexicana Moderatto.

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El pasado 8 de noviembre la agrupación conformada por Brian, Xavi, Mick, Roy y Elohim, se presentó en uno de los venues más importantes de Ciudad de México, el Auditorio Nacional.

Entregándose a 10 mil fans, Moderatto cumplió su promesa de complacer al público mexicano con una gran velada que nunca olvidaremos. «¿Estás vivo, México?», así fue como Jay de la Cueva dio inicio al concierto un par de minutos después de las 21:00 horas.

Fiesta, luces de colores, chispas, diversión, inclusión, descontrol, fans en el escenario, recuerdos e invitados especiales fueron los elementos que se apoderaron de nosotros durante 2 horas y media de nuestra noche donde sobresalieron temas como «No podrás», «Isabel», «Si mi delito es rockear», «Sentimental», «Mil demonios» y «Zodiaco» -tema en el que Jay se aventuró a bajar del escenario sin playera para meterse entre los fans a la par que seguía interpretando la canción-.

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Hace 17 años que comenzó este proyecto y muy aparte de haberse presentado hace un par de semanas en un escenario independiente en la ciudad, ya tenía tres años que no hacían una presentación grande y en este mismo lugar. Covers y temas propios son llevados a otro nivel de emoción entre adolescentes a través de cada una de sus presentaciones.

Me cuesta trabajo elegir un momento favorito de la noche, pues hubo muchos mágicos; el primero fue cuando apareció Belinda para interpretar junto a Moderatto «Muriendo lento», una de las primeras canciones. Con un vestido negro de piel, botas largas y cabello suelto, la cantante se mostraba entregada al interpretar esa versión que había ayudado a hacer tan de ellos; el público estaba con el corazón contento, era algo que se contagiaba fácilmente.

Mateo, el ahijado de Jay de la Cueva y Kendall Schmidt fueron los siguientes invitados de la noche. El cantante nos hizo creer por un momento que María Daniela pudo haber sido otra de las invitadas, pero solamente hizo mención previa cuando hizo sonar «Ya lo veía venir», tema del cual es compositora y… ¿Quién no ha estado en una situación así? El calor y euforia estaban a su máximo después de escuchar al vocalista decir: «este es el tema de los infieles».

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Sucedió algo interesante durante el concierto… Aproximadamente a la mitad del show, Jay de la Cueva pidió a los asistentes apagar luces del celular. Tuvo que pedirlo más de 3 veces, pues los gritos y emoción de los asistentes eran tantos que no escuchaba lo que les estaban pidiendo; cuando finalmente se logró la petición, fue un momento demasiado épico.

Otro de los mejores momentos de la presentación del jueves pasado fue cuando la banda invitó a algunos fans a subir al escenario y tocar con ellos «Ya lo veía venir», tema que anteriormente mencionamos tuvo mucho impacto con el público. Gonzalo fue el primero en subir; no podía de la emoción. Fueron en total 5 fans quienes subieron a acompañarlos durante esta importante presentación; uno de ellos tocó también la batería, una de las chicas hizo sonar un par de notas con el bajo y la otra que eligieron para subir incluso hasta cantó.

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«¿Te gusta mi guitarra?», preguntó Jay de la Cueva a Gonzalo, quien fue el más afortunado del recinto en ese momento al recibirla como regalo, aclamado con palmas del público por ser el más fan y el mejor guitarrista.

Finalmente, Jay de la Cueva mencionó por segunda vez en la noche que su padre estaba presente entre el público, por lo que fue aproximándonos al final del show que lo invitó a subir con él para tocar el piano. ¡Gran momento! El señor Javier de la Cueva no cabía de la emoción mientras caminaba hacia el escenario desde la butaca donde veía el concierto.

«Celebramos la diversidad», dijo Jay de la Cueva a la par que se quitaba los zapatos. Con «Lamento boliviano» esta presentación llegó a su fin.