Por Asfaltos.
Del joven genio de Hollywood, Damien Chazelle, llegó hace unos días a cines mexicanos su más reciente película «El primer hombre en la Luna» (2018). Estrenada en la inauguración del pasado Festival Internacional de Cine de Morelia, y semanas después en salas comerciales de nuestro país, la cinta regresa a Ryan Gosling al lado del creador de las aplaudidas películas «Whiplash» y «La La Land». «El primer hombre en la luna» es sin embargo la primera película que no escribe Chazelle.
La película gira en torno a Neil Armstrong, el hombre que todos sabemos fue el primer ser humano en pisar la Luna en un ya muy lejano 1969. La odisea, casi 50 años después de haberse realizado, nos sigue pareciendo a muchos absolutamente impensable. Para la época de su tiempo pensar en que un hombre fuera impulsado desde la Tierra para finalmente posar su humanidad sobre la Luna, sigue siendo algo impresionante.
Lejos del glamour de la tecnología que llevó a Armstrong junto a Buzz Aldrin y Michael Collins al espacio, «El primer hombre en la Luna» nos presenta un entorno lleno de peligros para no solo ganar la carrera espacial que se libraba en aquellos años contra los rusos, sino también para dar un golpe de timón a nivel mundial para reafirmar el poderío de toda una nación que estaba obsesionada con la hazaña.
Basada en el libro de James R. Hansen «El primer hombre: La vida de Neil A. Armstrong», Josh Singer escribe la historia de un Armstrong que si bien se enfrentó a difíciles procesos físicos para conseguir uno de los más importantes pasos que jamás haya dado la humanidad; a nivel personal lidió con una serie de complicaciones adicionales que terminarían dotándole a su aventura de un sentido más profundo.
Años antes de formar parte del programa lunar, Neil Armstrong perdería a una hija pequeña a consecuencia de una enfermedad. A partir de ese punto, como si deambulara en el espacio exterior, Armstrong comienza un viaje a nivel personal que le obsesionará a tal punto que no pensará en otra cosa que no sea llegar a donde quizá sin saberlo del todo bien, debe llegar.
Técnicamente «El primer hombre en la Luna» es absolutamente impecable. Filmada en 16 mm y IMAX, la película es visualmente espectacular. En lo que refiere al sonido es una auténtica bomba. Las escenas espaciales, siempre vistas desde el interior de Neil Armstrong, ofrecen emociones a tope que no hacen más que sentirnos identificados con los retos que significaron dar el primer paso en la Luna. Así como «Dunkerque» (2017) se convirtió en la experiencia fílmica del año pasado, «El primer hombre en la Luna» es definitivamente la del año 2018.
Como Armstrong, Ryan Gosling es bastante convincente, regalándonos una actuación en la que nos muestra que es capaz de lucir parco, perdido y adolorido al mismo tiempo. La complicidad que éste logra con Chazelle es evidente. No sé si su trabajo se cuele en las nominaciones del próximo año a los Óscar, pero de entrada es uno de los mejores trabajos del actor.
«El primer hombre en la Luna» continúa en cines nacionales. Sí, es una de las películas imperdibles de este año. ¿Ya la vieron? ¿No se habían animado a echarle un ojo? No dejen de comentarla con nosotros por redes sociales.
Con imágenes cortesía de Universal Pictures México.
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