Texto y fotos por Yemmy Sierra.
Atendiendo a una invitación a medios en octubre, tuve la oportunidad de platicar muy amenamente con Cristina Perez-Reyes, la persona detrás de la marca de Chuen. La invitación fue para presentar su colección “De la fibra al objeto” Seda Artesanal Mexicana 2018, pero para poder entender cómo surge esta colección, considero importante y muy interesante contarles un poco acerca de su trayectoria.
Chuen nace en 2011 con el primer proyecto que fue una editorial; surgió como una plataforma para expresar temas relevantes como la cultura y la educación a través del diseño y del arte. El siguiente paso consistió en la colaboración con diversos artistas; Cristina Perez-Reyes además de ser arquitecta y llevar más de 20 años, ejerciendo tiene una formación en artes visuales, tanto en México como en el extranjero y es en este medio donde conoce a otros artistas y los invita a colaborar desarrollando una tira cómica en cuatro cuadros con un mensaje propositivo e interviniendo al personaje. A partir de estas intervenciones se generaban pequeñas colecciones de playeras, tazas, libretas, etc., para apoyar el evento y como plataforma para los artistas. Son estas experiencias las que detonan su interés por involucrarse en los procesos textiles y artesanales.
Foto: Cristina Perez-Reyes junto a un telar de pedal portando un rebozo de la colección “De la fibra al objeto”.
Para Cristina Perez-Reyes es muy importante en la plataforma de Chuen acercar a la gente a la cultura mexicana, a nuestra cosmogonía, pero desde una parte más lúdica con la visión alternativa que los ha caracterizado a través del diseño y el arte.
Su acercamiento a los textiles fue en un principio con asociaciones que estaban en el tema del rescate de procesos o iconografía, pero no les fue muy bien ya que terminaban hablando en idiomas diferentes. Para Cristina son visiones distintas; en su experiencia los esfuerzos de rescate se encuentran liderados mayoritariamente por antropólogos y se genera un tema de proteccionismo y no están tan abiertos a implementar procesos de diseño y a verlo como un sector de la industria creativa.
Siendo Chuen el glifo maya del mono creativo, el señor de las artes, de la evolución y de la creatividad porque es nuestro ADN, decidieron dar marcha atrás y empezar a investigar procesos, tipos de bordados, tipos de tejidos desde su trinchera, con sus propios medios y en sus fines de semana disponibles, como resultado encontraron una riqueza increíble que los enamoró aún más de México.
Foto: Interior de la tienda de Chuen e hilos de seda teñidos por Chuen con tintes naturales.
Una profunda reflexión que hace Cristina es el porqué no cambiar el chip, quitarle a la artesanía o los procesos artesanales o a los propios artesanos la connotación de rural, ancestral y un poco marginal e implementar mejores procesos. Cristina observa que las casas de lujo europeas tienen un concepto moderno de los artesanos. Es la oportunidad de transformar un material hermoso en objetos increíbles. Para Cristina revalorar el concepto de artesano o artesanía permite mejorar la comercialización de los productos y llegar a otros mercados, preparándolos, implementando nuevos procesos para mejorar la calidad, y controlarla; es por esto que Chuen tiene su propio taller, la materia prima la trabajan de la mano de los artesanos, tienen un mejor control en sus procesos y por ende pueden garantizar la calidad de sus productos.
Continúa…
Yemmy Sierra. Amante de la artesanía, la comida, la vida y la buena compañía por lo que a menudo me encuentran en ferias y exposiciones junto a mi familia. Apasionada del aprendizaje, siento repentinos e intensos llamados que me han llevado desde estudiar japonés hasta loditos uno en cerámica. Me gusta sobreanalizar la vida, sumergirme en mis pensamientos, encontrar nuevos caminos, recorrerlos y desrecorrerlos. Aún conservo la esperanza en la humanidad y creo que cuando cambie yo, cambiará el mundo: he encontrado en el emprendimiento la manera de sublimarme.
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