La saga de Dragon Ball y sus estrenos siempre son tema de conmoción y alegría por parte de seguidores de manga y ánime a nivel mundial, y de varias generaciones de fans que crecieron con las aventuras de Son Gokú desde la infancia. No fue sorpresa que la expectativa por la nueva película creciera desmesuradamente en los días previos a su estreno, el próximo viernes 11 de enero.
La historia se centra en el pequeño Broly, un saiyajin cuyo gran potencial es detectado desde su nacimiento por el equipo del rey Vegeta, lo que causa desconcierto y resentimiento en la élite de esta sociedad, por lo que se decide enviarlo a un planeta lejano en inhóspito.
Al pasar de los años, Broly crece con la única compañía de su padre y los monstruos de su recóndito planeta, hasta que un golpe de suerte trae a una nave del ejército de Freezer hasta donde están. Impresionado por su «ki», Freezer decide llevarlo a la Tierra para combatir nada más y nada menos que a Gokú y Vegeta, sus antiguos enemigos.
Para los seguidores de la serie, esta película presenta datos cronológicos ya conocidos (como la destrucción del planeta Vegeta y el envío de Kakaroto al planeta Tierra); y continúa con la historia presentada desde la aparición de «Dragon Ball Super».
Todo esto presentado de una forma emocionante para refrescar la memoria y complacer a los fans de corazón. La animación, ilustración y tratamiento del sonido se apegan mucho a las versiones que conocimos en los años 90, apelando al disfrute del público que seguramente notará los detalles y referencias incluidos a lo largo de la cinta.
«Dragon Ball Super: Broly» estrena mañana viernes 11 de enero en cines nacionales.
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