Hacer de los recuerdos, un soundtrack…

Por Morelia Martínez Rodríguez.

Sin duda, la música es una bendición del ser humano, el poder expresar con notas, baile, canto y pasión las penas y alegrías, hacen más llevadero el día a día.

Hay personas que se han ido, y si bien con ellas a veces nuestros corazones; pero los recuerdos, el alma y la música no, esos se quedan para acompañarnos en el resto de nuestras travesías.

«Poniendo la mano sobre el corazón,
quisiera decirte al compás de un son
que tú eres mi vida,
que no quiero a nadie,
que respiro al aire, que respiro el aire
que respiras tú…»

 

«Amor de mis amores, sangre de mi alma», me encantan esas líneas, y esa canción en particular me recuerda a un familiar muy querido, quien a pesar de que ya no está, el escuchar a Agustín Lara, “El flaco de oro”, es como si nunca se hubiera ido.

Canto, le canto, nos cantamos y recuerdo esos momentos en los que solo disfrutábamos de la música, de la lectura y de la poesía, en nuestro lugar favorito.

Y es que hay recuerdos que solo regresan a nosotros cuando los acordes de ciertas canciones suenan, para hacernos sentir que todo está bien, para abrigarnos el corazón y curarnos el alma.

Es la dicha de contar con hermosas melodías que nos acompañan en la vida, para recordar, para reír, llorar, para vivir, y para seguir creando nuevos recuerdos; porque la música siempre se quedará, y con ella, nosotros también.

Morelia Martínez Rodríguez. Me llamo como la ciudad donde vivo y resido, pero no nací aquí. Enamorada de la capital michoacana. Soy una devota de la música, todo gira en torno a ella. Escucho a Depeche Mode, Draco Rosa, The Beatles, Joaquín Sabina, Blur, el rock clásico y a Los Panchos principalmente; pero siempre abierta a las nuevas propuestas. Amo a mi familia y a mi perrito Mou de 12 años que siempre me acompaña en la travesía. Disfruto mucho de las películas y documentales de música. Trato de acudir a todos los conciertos que pueda, es lo mejor que puede existir.