‘De Ecatepec a Atizapán’, de Amandititita

Por Asfaltos.

El fin de semana pasado me encontraba precisamente en el municipio de Atizapán. Andaba, como diría el actual presidente de México, en una zona «muy fifí». Pero de hecho, más que «fifí», un espacio bastante bizarro; un pedazo de mundo que rayaba auténticamente en lo surreal.

 

El sitio donde me encontraba era un fraccionamiento inmenso, con terrenos y casas enormes que impresionarían a cualquiera. Había, terrenos, separados por mucha soledad, y que perdón, no podía mas que atribuir a los reyes del país: los narcos. A la salida del lugar los empleados domésticos -quienes por cierto, recorrían distancias ridículas para llegar a las casas donde laboran-, eran revisados peor que inmigración estadounidense.

Amandititita, a quien vimos muy activa el año pasado, apareció sin querer en mi cabeza. La cronista urbana de nuestros tiempos, estrenó hace año y medio un tema que reflexioné a partir de estar en el bizarro lugar. Los trabajadores viajaban muchos kilómetros para llegar al trabajo, muchos quizá con destino a Ecatepec. ¿Qué tal, como sugiere Amandititita, que «De Ecatepec a Atizapán» alguien viajara además por amor?

Con la desfachatez de la cantautora, y el sabor y tino que le caracteriza, les dejo con la tremendamente divertida «De Ecatepec a Atizapán». Sí, se vale sacar cuentas; sobre todo ahora, que la gasolina anda tan escasa, y es líquido precioso… Te llevo «De Ecapetec a Atizapán» podría ser también una frase para enamorar, por aquello del combustible.