La semana pasada HBO por fin nos ofreció el obsequio que tanto estábamos esperando: la fecha de estreno de la octava y última temporada de «Game of Thrones», acompañado de un tráiler. Después de estar 7 años en transmisión, la saga televisiva llega a su fin.
Basada en los libros de George R.R. Martin, la historia cuenta la vida de varios nobles en un mundo medieval fantástico, donde podemos encontrar magia negra, dragones e incluso muertos vivientes; pero lo que más cautiva de esta serie es que todo, absolutamente todo, es posible. Varias veces ya nos ha pasado que vemos cómo nuestro personaje favorito es asesinado ante nosotros, cuestión por la cual esta última temporada es aún más peligrosa puesto que sabemos que no todos saldrán vivos de la última batalla.
Debo admitir que en un inicio yo me negaba a ver la serie cuando empezó, justificando mis motivos con que era una imitación de «Lord of the Rings». Estaba muy equivocada. Obviamente Tolkien es el padre de las sagas fantásticas, pero Martin logró crear algo diferente, provocando generar fanáticos obsesivos, tanto de la serie como de los libros. Debido a eso seis de mis domingos están ocupados. Gracias Martin.
En el tráiler podemos ver a tres de nuestros protagonistas Stark en las criptas, reencontrándose con las estatuas de sus padres y recordándolos hasta que al final se encuentran con la estatua de ellos mismos (¿es esto un mal presagio?), cuando son interrumpidos por una niebla helada que se avecina a ellos que los forza a desenvainar armas. El tráiler nos ofreció más preguntas que respuestas, pero lo que sí nos contestó fue que el primer episodio será el próximo 14 de abril. La temporada contará con 6 episodios, de los cuales se dicen durarán más de sus tradicionales 60 minutos. Será como ver una película épica cada domingo.
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