Por Asfaltos.
La ciencia ficción es definitivamente uno de mis géneros favoritos. Las primeras películas que pude ver del género -como seguramente muchos de ustedes también-, fueron sin duda las de tono familiar; sin embargo, conforme iba creciendo, me fui encontrando con otras más duras sobre todo en sus temáticas. Si acaso uno de los elementos que más me gustan del género, en todos sus formatos, es que éste permite sobre todo una reflexión filosófica de temas de actualidad. En ese tono, en el más serio, es que se inserta «La rebelión» (2018) de Rupert Wyatt.
Wyatt, a quien recordamos sobre todo por haber sido el realizador responsable de la primera cinta de la nueva entrega de la saga de «El planeta de los simios», está de regreso con una película del género que incluye todos los elementos para atrapar nuestra imaginación de inmediato.
En la primera secuencia, en un planeta Tierra que observamos vive un momento complejo de su historia -cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia-, nos encontramos con un hombre y una mujer que huyen en auto de «algo» que por el momento desconocemos. Tras ser detenidos por la autoridad local que les impide pasar a donde quieren llegar, el hombre al volante decide saltarse los obstáculos y enfrentar lo que viene; escuchamos que habla de resistencia, de estrategia fallida, de enfrentamiento. Después, literalmente de un soplido, su vida y la de su esposa son esfumadas. En el asiento de atrás, levantando las cabezas, encontramos que les acompañaban sus dos hijos.
Años después nos encontramos con Gabriel (Ashton Sanders), uno de los dos jóvenes que vemos sobrevivir en la secuencia inicial. La ocupación, de lo que nos enteraremos es una especie alienígena, se ha apoderado del planeta sin que casi nadie se opusiera o dijera nada. El hermano de Gabriel, parte de cierta rebelión cuyos detalles de momento desconocemos, se convirtió en un ícono de algo hasta que se encontró con la muerte. Sin embargo, acechando a Gabriel así como a cualquier otro que se oponga al orden establecido para evitar otro conato de rebeldía, aparece el policía William Mulligan (John Goodman) quien sospecha que aún hay más.
Desde el inicio de la película se siente esa sensación de grandilocuencia. Todo se siente muy solemne, muy importante. Sin embargo, y ese es el problema que le persigue sus casi dos horas de duración, el planteamiento y posterior desarrollo de los personajes termina siendo muy flojo; pareciera inclusive que los personajes fueron presentados en un trabajo anterior, aunque no es así. El drama de Gabriel está tan débilmente planteado, que cuando aparecen los momentos importantes en los que debemos conectarnos con él, poco o nada nos interesa lo que le sucede.
Y así pasa también con los demás personajes que a lo largo de la historia se nos van sumando. Llega un momento en el que mientras todo va ocurriendo la confusión nos asalta por lo mal presentados que están los personajes, que resulta inevitable ir perdiendo el interés por lo que sucede, terminando sin remedio por perdernos y también por aburrirnos. Sin el ánimo de destriparles nada -dice la RAE que «spoiler» se traduce como «destripe»-, hacia el final de la historia un giro de tuerca que seguro se pensó como sobresaliente e impactante, pierde fuerza por lo mal presentados que están los protagonistas.
Ciertamente otros elementos como el bajo presupuesto de la cinta se reflejan en pobrísimos efectos visuales que contrastan con otras producciones de la industria hollywoodense; sin embargo, éstos bien podrían haber pasado de largo sin tan siquiera -y reitero- nos importara tantito lo que sucede en pantalla con los personajes presentados. Lamentablemente al no suceder lo anterior, sumen el poco atractivo visual de «La rebelión» que se nos termina por perder y por pasar sin pena ni gloria.
Recuerden, yo jamás les diré si deben o o no ir al cine a ver una película. Yo solo les presentaré algunos elementos que destaco, para que finalmente ustedes decidan. No niego que «La rebelión» tiene cierto interés para quienes gustamos del género de ciencia ficción, pero tampoco niego su falla más importante ya destacada. Al final ustedes tienen la decisión final de irla a ver en los cines. Eso sí, ¿me cuentan si la fueron a ver y sobre todo si su opinión contrasta con la mía? Me encantará leerlos.
«La rebelión» estrena mañana viernes 29 de marzo en cines nacionales.
Con imágenes cortesía de Diamond Films México.
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