Por Asfaltos.
Con cariño para la familia y amigos de Armando Vega Gil. Con agradecimiento para Botellita de Jerez.
No podía no subirme al barco provocado por la disculpa pública que el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, solicitó al reino de España y a la iglesia católica por los agravios cometidos por sus antepasados en el territorio hoy conocido como México. El tema, como era de suponerse, causó una serie de comentarios; algunos, por cierto, bastante desafortunados, de uno y otro espectro de la opinión; pero a ver, antes de que los ánimos se caldeen todavía más, ¿qué es exactamente lo que se pidió?
De acuerdo a una carta filtrada al periódico Reforma, el gobierno de México solicitó lo siguiente al reino español: «que se trabaje a la brevedad, y en forma bilateral, en un hoja de ruta para lograr el objetivo de realizar en 2021 una ceremonia conjunta al más alto nivel; que el Reino de España exprese de manera pública y oficial el reconocimiento de los agravios causados y que ambos países acuerden y redacten un relato compartido, público y socializado de su historia común, a fin de iniciar en nuestras relaciones una nueva etapa plenamente apegada a los principios que orientan en la actualidad a nuestros respectivos Estados y brindar a las próximas generaciones de ambas orillas del Atlántico los cauces para una convivencia más estrecha, más fluida y más fraternal».
¿El razonamiento de lo anterior? En la misma carta se expresa: «Tanto en la conquista como en el proceso de colonización que siguió se cometieron incuantificables violaciones a las leyes entonces vigentes; entre las más públicas y notorias, se vulneró el principio del quinto real; se impuso la fe y se construyeron templos católicos sobre las antiguas pirámides y con los materiales de éstas; se instauraron la esclavitud y las encomiendas; las tierras propiedad de los naturales fueron usurpadas y repartidas a colonizadores y a órdenes religiosas; se realizó un sostenido saqueo de las riquezas naturales, particularmente por medio de la minería; se implantó un ordenamiento social basado en la segregación de castas y razas; se impuso la lengua castellana y se emprendió la destrucción sistemática de las culturas mesoamericanas».
La disculpa solicitada, tiene para mí distintos significados. El principal, a mi parecer -y viniendo de un político 24/7 como lo es López Obrador-, es político. No hay que olvidar que 2021 será un año de elecciones en México; un año al que como siempre, con ayuda de la historia, se cargarán simbolismos que servirán para fines propios. También en 2021 México celebrará 200 años como nación independiente. Otro elemento a destacar, es el es la presencia de Beatriz Müller como parte del anuncio de su esposo López Obrador. Müller, doctora en literatura y experta en historia de México, está a cargo de la Coordinación Nacional de la Memoria Histórica y Cultural de México, cuyo objetivo es brindar a la nación mexicana una nueva explicación de sí misma «a través del espejo del pasado, el ojo que todo lo ve», como ella mismo afirmó en el anuncio inicial.
Ridiculizada la propuesta, para mí, hay ciertos elementos que valdría poner sobre la mesa, sobre todo después de los fallidos ejercicios de reflexión realizados en 2010 con motivo de la celebración del inicio de la guerra de independencia de México en 1810. Quizá, y dejo muy marcado el «quizá», el error para mí fue el haber solicitado al reino español y a la iglesia católica la disculpa mencionada. Como ya vimos, por ejemplo en el lado español, hay muchos demonios que internamente deberán resarcirse, justo como nosotros tendríamos que hacer con los propios. Y ahí voy con mi comentario final, por cierto, un tanto raro para el Martes asfaltoso; pero que prometo redondear de buena manera.
Si como López Obrador afirmó también que pedirá disculpas por los agravios cometidos por México ya como país contra los pueblos originarios, es posible que todo el numerito tenga un fin que a mi parecer resulta bastante benéfico. Replantear nuestra relación con nuestro propio pasado, y sobre todo con nuestro presente, es para mí algo continuo y siempre relevante. Ah, eso sí y lo suelto como mera idea, ¿no sería congruente que desde las acciones de su poder, el presidente de México pensara mejor en los proyectos que impulsa afectando a los pueblos que dice defender? Así lo expresó María de Jesús Patricio Martínez «Marichuy», vocera del Congreso Nacional Indígena (CNI).
Pues bien, a raíz de todo lo anterior, y para que no se me vayan tan meditabundos, les dejo con un tema incluido en el «Forjando patria» del grupo chilango Botellita de Jerez. En la canción, incluida en el último álbum de estudio antes de su primera separación, el grupo reflexiona a su manera sobre los tan manoseados hechos históricos de nuestro país.
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