«Bruma»: reconocerse en un sitio ajeno

Por Asfaltos.

La semana pasada estrenó en cines la película»Bruma», del realizador uruguayo Max Zunino. La cinta, en la que Zunino vuelve a tener como protagonista a la mexicana Sofía Espinosa, es un ejercicio sencillo del reconocimiento personal de una mujer quien por un momento se pierde en sí misma.

La historia nos presenta a Martina, una joven quien vive en aparente tranquilidad al lado de su novio, hasta que algo tremendo la cimbra. Un inesperado embarazo la sorprende y la sacude al punto en el que ella siente la imperiosa necesidad de romper con su «paz» y escapar de sí misma. ¿El sitio de escape? Alemania, para ser más precisos, la ciudad de Berlín.

Tras romper con su novio y dejar a su madre en suspenso -pues la deja atrás y sin avisar-, Martina emprende un viaje al país de su padre a quien dejó de ver hace mucho tiempo y a quien anhela poder ver una vez más. Sin conocer el idioma, o la ciudad, Martina no emprenderá un viaje como turista -pues son tantas las dudas y sitios ciegos que ella misma tiene sobre su vida-, sino que al mismo tiempo que se irá descubriendo hará lo propio con la capital germana.

Involucrados así por el propio realizador en un ejercicio de múltiples descubrimientos, la propuesta de «Bruma» es sencilla; el poder ser parte del proceso que va viviendo la propia Martina nos hace cómplices de sus anhelos y su miedos. La iremos descubriendo frágil e inestable, hasta que va pisando firme en el lugar menos esperado.

A pesar de lo anterior, y quizá por la forma en la que la película se construyó -en poco tiempo y casi como un ejercicio de improvisación-, algunos elementos de la trama y de la delineación de personajes no se sienten del todo sólidos. La forma en la que se nos presenta el porqué Martina huye hasta Alemania, no resulta del todo satisfactoria.

Sin un desarrollo sólido del personaje central es posible que como me pareció a mí, uno termine por no conectar con su drama que resulta vital para seguir con atención la historia. Inclusive volver a ver a Sofía Espinosa interpretar un papel similar a los que ha realizado en el pasado, hacen que en esta nueva oportunidad la experiencia resulte poco llamativa. Que no nos importe tanto lo que le sucede al personaje central, es en definitiva un problema.

A pesar de eso, y fuera del terreno de la trama, existen algunos elementos visuales que vale la pena permitirse ver. Secuencias musicales, alguna que otra alucinación y desde luego todo lo relacionado al personaje Angel -del que no diré más-, valen por sí mismas la pena de observar en pantalla grande. Inclusive el descubrimiento que tenemos de la capital alemana fuera de los sitios comunes en los que cualquier otra producción podría haber caído.

 

«Bruma» estrenó desde la semana pasada en cines, así que seguramente la encuentran todavía en pantalla. No, no todo en el cine mexicano son comedias; así que si quieren permitirse conocer algo distinto, háganlo con ésta, no sin olvidar los detalles que ya destaqué.