Por Asfaltos.
El viernes pasado me lancé con uno de mis mejores amigos al centro de Coyoacán. Alex -o «ese mi Alex»- vino desde los Estados Unidos para llenarse de todos los elementos que le marcaron su infancia y juventud en este su país. El lugar al que acudimos se llama La Vida -creo que sí, la verdad bebí demasiado-, sitio donde escuchamos música en vivo, para ser precisos rock en español.
«¿Cómo se llamaba esa canción ‘de La Gusanita’?», me preguntaba Alex. Extrañado, sin saber qué contestarle, le pedí me la tarareara… Y sí, no era «La Gusanita», sino que era La Gusana Ciega: la canción era «Tornasol». No, esa noche no sonó «Tornasol» -en la peda se nos olvidó pedirla-, pero al día siguiente, revisando unos discos en casa de mis papás, me acordé una vez más de «La Gusanita».
Con casi 23 años de edad, lanzado en el lejano agosto de 1993, «Merlina» fue el primer álbum de la banda de Ciudad de México, La Gusana Ciega. Además de «Canción a Merlina», de la que ya les he contado en este espacio; una de mis canciones favoritas del «Merlina» es sin duda «Las manos de María la loca».
El tema, con esa energía de la primera La Gusana Ciega, resulta divertido y bailable. Con la influencia de la música de rock mexicano que sonaba a mediados de los años 90, «Las manos de María la loca» puede sonar ya bastante rara para quienes únicamente ubican la carrera de la banda en los más recientes años. Sin embargo, seguro, no dejará de agradar, aunque sea como una simpática curiosidad de los inicios.
Por cierto, y para sumarle a la nostalgia, La Gusana Ciega subió en buena calidad el video de esta canción «grabado en Betacam en casa del Coronel un extraño día de 1996». La dirección del video fue de Martha Gutiérrez, y de acuerdo al dato de la propia banda, fue lanzado en 1998.
¿Ustedes recordaban la canción? ¿La bailaron en vivo? ¿Habían visto alguna vez el video? ¡Buen miércoles, banda!
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