Por Asfaltos.
Una de las películas que más me atraía del #39Foro Internacional de Cine, era sin duda «Diamantino» de Gabriel Abrantes y Daniel Schmidt. Tan solo el arte y avance de la producción, me hacían pensar en una fantasía que jugueteaba con un ídolo del fútbol misteriosamente parecido a la máxima estrella Cristiano Ronaldo. Si ya de por sí el Foro se ha caracterizado desde su creación por un cine que privilegia las voces distintas y las miradas atrevidas, «Diamantino» no hace mas que darle la razón. El 39 Foro Internacional de Cine se realiza hasta el próximo 15 de julio en Cineteca Nacional, y posteriormente en distintas sedes más.
Narrada por el personaje ficticio del futbolista Diamantino Matamoros (Carloto Cotta) -ese que mantieneparecido muy sólido con Cristiano Ronaldo-, «Diamantino» arranca con una metáfora que compara la fe de las religiones con la también fe ciega del fútbol. El padre del personaje principal, quien se nos muestra como la única figura que le brinda amor en medio de su asfixiante soledad cotidiana, compara la belleza de las pinturas de los murales de los templos católicos con la capacidad casi artística del futbolista que ha resultado su hijo.
Es el fútbol el universo en el que se lleva a cabo una historia que tiene tintes de thriller político, pero sobre todo -y de manera muy extraña, pero deliciosa- de historia de amor. Así es, «Diamantino» es tal cual como se nos presenta desde su primera escena, donde desde los cielos descendemos hacia los templos modernos que resultan hoy los estadios de fútbol justo en el momento en el que Diamantino dribla de forma casi milagrosa a sus rivales. Pero ese ejercicio cotidiano del futbolista es distinto en la cabeza de Diamantino; para él es no solo navegar sobre el césped, sino navegar entre polvos rosas brillantes y perritos gigantes tan tiernos como encantadores.
«Diamantino» no es entonces una película convencional, ni Diamantino resulta del todo el jugador hueco que nos podríamos haber esperado.
En plena final del Mundial de Fútbol de Rusia 2018, las selecciones de Portugal y de Suecia se juegan la gloria misma en un partido sumamente disputado. Portugal pierde 1 a 0 frente a su rival nórdico, hasta que entonces, y de manera esperanzadora, el balón cae a los pies de un Diamantino que todos suponen no fallará. Sin embargo, la tarde previa, el universo de Diamantino colisionó con otro todavía más poderoso: el universo de lo real. En un lujoso yate, acompañado de su padre a quien le había confesado el nervio de la final, Diamantino se topa con un grupo de refugiados africanos que intentan llegar a tierra europea en búsqueda de un nuevo futuro. Diamantino no entiende lo que sucede, para él ese era un universo inexistente. Entonces, la noche siguiente a la de aquel día de la revelación, a Diamantino se le nubla la mirada. Su universo literalmente rosa se desaparece; ahora solo le queda el recuerdo de una madre que llora por haber perdido a su hijo en el mar.
Si bien la cinta pareciera que nos llevará a un final predecible en el que el hueco futbolista se percata de los problemas del mundo real, ajenos al de su mundo color rosa, una trama en medio empieza a mover las piezas hacia otro lugar de manera un tanto inesperada. No, no me refiero a la trama centrada en la acciones del Frente Nacional de Popular que busca utilizar a Diamantino como la pieza angular de su ambicioso plan nacionalista -cualquier coincidencia con los discursos contemporáneos, no es mera coincidencia-, sino a la trama que se va construyendo alrededor del elemento a mi parecer principal que no deja de ser el amor.
«Diamantino» es entonces un viaje espectacular por una trama sencilla que con el paso de los minutos se nos va mostrando como un ejercicio muy ingenioso de contarnos varias cosas; y donde finalmente la lección es que lo que nos parece tan evidente muchas veces no lo resulta del todo. La alocada trama, los villanos que bien pudieran haber salido de alguna película de James Bond, y hasta lo risible que es no dejar de pensar en el Cristiano Ronaldo de la vida real, son elementos que hacen de «Diamantino» una de las cintas más recomendables del presente Foro Internacional de Cine. Corran a verla, en verdad se la pasarán muy bien.
El #39Foro Internacional de Cine se realiza hasta el próximo 15 de julio en Cineteca Nacional; y recorrerá además 15 sedes, incluyendo a la UNAM, Cinépolis, Cinemex, La Casa del Cine, Le Cinéma, Cine Tonalá y Cinemanía Loreto desde el 5 de julio y hasta el 6 de agosto. Para más información consulta el micrositio oficial.
Con imágenes cortesía de Cineteca Nacional.
Leave a comment
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.