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Por Pao Aguilar.
En los últimos años, en las sociedades industrializadas, el diseño juega un papel vital en ayudar a los negocios y comercios en la generación de riquezas, en el desarrollo de la sociedad de consumo y en la propagación de la globalización, por lo que hoy en día estamos siendo testigos de la expansión de una sociedad consumista avanzada, donde ya no adquirimos productos para nuestra supervivencia material, sino para nuestros deseos emocionales. Estamos en una constante búsqueda de identidad. Nos compramos artículos con el fin de identificarnos con un particular estilo de vida «yo compro, luego existo». De acuerdo con Jonathan Chapman de la Universidad de Brighton, Reino Unido, el diseño emocional duradero reduce el consumo y el despilfarro de los recursos naturales mediante el aumento de la capacidad de recuperación de las relaciones que se establecen entre consumidores y productos. El Dr. Chapman describe cómo el proceso de consumo, es y ha sido siempre, motivado por complejos factores emocionales y se trata de mucho más que la compra sin sentido de las cosas más nuevas y más brillantes; es un camino hacia el yo ideal o yo deseado, que a través de lazos cíclicos del deseo y la decepción, se convierten en una apariencia y un proceso sin fin de la destrucción en serie.
A partir de lo anterior vemos cómo el medio ambiente ha sido degradado y que el planeta ya esta sintiendo el impacto del calentamiento global. Se nos dice que estamos agotando nuestros recursos naturales a través del consumismo a un ritmo que no le da a la Tierra tiempo para recuperarse. También nos hemos enterado de que la globalización está destruyendo la economía de muchas sociedades en desarrollo. Muchas de las subculturas que enriquecen nuestras vidas están desapareciendo rápidamente, junto con la biodiversidad de la flora y fauna. La situación parece ser desesperada, sin embargo hay esperanza con el diseño sostenible cuya intención es eliminar el impacto ambiental negativo por completo a través del diseño hábil y sensible. Las manifestaciones de este no requieren de recursos no renovables y tienen un impacto al medio ambiente mínimo relacionando a las personas con el entorno natural.
Más allá de la eliminación del impacto ambiental negativo, el diseño sostenible debe crear proyectos que son importantes innovaciones que pueden cambiar el comportamiento. Un equilibrio dinámico entre la economía, la sociedad y la intención de generar relaciones de largo plazo entre el usuario y el objeto para finalmente ser respetuosos y conscientes de las diferencias ambientales y sociales.
Creo que ha llegado el momento para que los diseñadores nos convirtamos en líderes, es hora de abrazar los principios del desarrollo sostenible, adquiriendo los conocimientos necesarios a través de la educación en el diseño de este tipo y que se vuelva un requisito indispensable para todo estudiante de diseño, así como dedicar los talentos para servir a todas las necesidades de la sociedad, y no sólo a las necesidades del comercio.
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