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Por Ana Escárcega.
¿Qué es el arte?
Banksy, un artista callejero de renombre internacional, nos hace esta pregunta en su documental.
El problema es que para responder a esta pregunta, tendríamos que tomarnos mucho más que 500 palabras; y por si fuera poco, el tema del arte será siempre debatible. Consideremos que el arte es una mezcla de habilidades técnicas y un conjunto de conexiones cerebrales únicas que llamaremos “creatividad”.
En los años sesentas, Andy Warhol le dio un giro de 360 grados al concepto del arte; su propuesta era la de tirar abajo a los ídolos, lo que hizo fue repetirlos tantas veces que al final las imágenes perdían sentido. Pero entonces surgieron problemas: ¿el arte es irrepetible? ¿cualquiera puede ser artista?
Años más tarde, el grafitti y el street art se volvieron tan virales que no fue posible que pasaran desapercibidos, fue entonces que muchos críticos comenzaron a debatir si debía llamársele arte a lo que hasta entonces sólo se consideraba vandalismo.
En Exit through the gift shop, Banksy nos mete en este submundo del street art en una divertida película a manera de documental en la que Thierry Guetta, un tendero francés radicado en Los Ángeles, comienza a filmar a diferentes artistas callejeros. Thierry les miente, diciéndoles que está grabando un documental, pero sin tener realmente la intención de editar su material; es entonces cuando se le da la oportunidad de conocer al mundialmente famoso Banksy.
Banksy, quien se niega rotundamente a ser filmado ya que lo que hace es (y cito) “un poquito ilegal”, convierte a Guetta en su cómplice y amigo. Finalmente Banksy se da cuenta de que Guetta es un pésimo cineasta y lo alienta a crear su propio street art, decisión de la que se iba a arrepentir.
En una extraña vuelta de tuerca, Guetta (ahora autonombrado Mr. Brainwash o MBW) de la noche a la mañana se convierte en un artista famoso en Los Ángeles, vendiendo sus obras en millones de dólares.
Es aquí cuando Banksy hace una reflexión profunda en torno al arte. Las obras de MBW no eran más que copias al carbón de los trabajos que había filmado meses atrás; una mezcla sin sentido del arte de Invader, Shephard Fairey y del mismo Banksy. Su arte no sólo carecía de creatividad, sino también de alma y de motivación.
La fama repentina de MBW se debía a una sola cosa: la suerte.
El mismo Banksy lo dice, un artista se va formando con años de vivencias y trabajo, las motivaciones que mueven a cualquier artista son distintas y únicas, pero MBW lo prostituyó hasta convertirlo en un simple producto fabricado en masa y sin significado.
Algo así como lo que hizo Warhol con los ídolos.
La película se estrenó en 2010 en el Sundance Film Festival, fue nominada a mejor documental en la 83va edición de los premios Oscar y ha ganado más de 15 premios entre 2010 y 2011 alrededor del mundo. En México se estrena este viernes en solo 8 salas de las cadenas Cinépolis y Cinemex.
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