- Tweet
Por Elizabeth Aguilar Quintana.
Buena carrera del buen caballo se espera. [1]
Lo que es un juego de niños decidirá el rumbo de nuestro país. Comenzó el cierre de campaña por parte de los principales contendientes, cada uno de ellos se sirvió de diversas técnicas para acaparar el electorado mexicano. Como en una kermesse, juegos, eventos, regalos, despensas, acarreados, pleitos, algunas propuestas, unas sólidas otras únicamente especulativas.
Debates, marchas, movimientos juveniles que llevan a la reflexión, grupos informados, grupos tolerantes, otros violentos. Conciertos, protestas, el despertar de una generación que se pensaba dormida. Una carrera que se emprendió hace casi 3 meses esta en el ocaso de la misma.
Entre insultos, descalificaciones, entre enemistades y desconfianza damos por culminado el proceso previo a la elección de nuestro próximo presidente. ¿Quién tiene más seguidores, quién ganó mas puntos, quién se cuelga la banda presidencial, quién siente que ganó la silla?
Peña Nieto dio por culminado su recorrido en la lucha por la silla presidencial, celebró el fin de la misma en el Estadio Azteca donde se corrió alrededor de la silla al son de la Banda el Recodo; algunos dice que tuvo miles de seguidores, otros que tuvo cientos y finalmente el apoyo lo veremos en las urnas. Urnas que como ciudadanos debemos tener bien vigiladas.
Para el blanquiazul, su carrera en esta kermesse, fue de sacos, entre tropiezos, raspaduras, un equipo quebrantado y propuestas que contrastan con la realidad del actuar de su partido; finalmente se le dio fin. La única candidata finalizó su campaña abogando por un milagro, si, justo el milagro que muchos mexicanos piden para que la violencia y el hambre se transforme en paz y empleos bien remunerados. Como en las palabras de un desahuciado por la medicina, Vázquez Mota aseguró “los milagros existen… se hizo lo que pudo y ahora viene su parte el 1 de julio”.
Y finalmente el día de hoy el cierre de campaña de Andrés Manuel, personaje controvertido, precandidato de la elección pasada, quien perdió el juego de la silla y terminó por traerse un banquito, banquito en el cual esperó hasta esta nueva contienda, no sin antes esparcir por todo el país sus metas y ambiciones, proclamándose presidente legítimo de México. Y como comúnmente se dice ahora se presentó “recargado” o “reloaded” como lo quieran ver. Un personaje que dentro del símil de la kermesse podemos compararlo con un encantador, con verbo y la promesa del cambio, el elegido para muchos y el payaso para otros. Se espera que su cierre sea espectacular, tan grande como los bloqueos que propicio en 2006, pero esta vez viene “diferente”, con la bandera del cambio y las propuestas de reforma, con el deseo de acabar con los pobres, con miles de propuestas, propuestas que de ser electo esperemos que al igual que otros presidenciables no la olvide.
La kermesse y los juegos de niños se terminaron, ahora nos toca a nosotros, los adultos, los responsables del triunfo de la democracia. No el triunfo de un candidato, el triunfo de los ciudadanos responsables que participaremos en los próximos comicios, la venta de las promesas ya se hizo y cada quien ha comprado lo que mejor le ha parecido. Ahora debemos hacer respetar nuestra decisión, vigilemos nuestras casillas, nuestros vecinos, nuestros amigos, no demos paso a la corrupción, ni manchemos de sangre lo que sería una de las mayores contrataciones a lo largo del país.
Salgamos a participar el próximo domingo con el firme deseo de una verdadera transformación para nuestras futuras generaciones, respetemos la decisión de cada uno y que gane el mejor, pero no un triunfo falso que sea un triunfo verdadero, recuerden: ¡¡¡mucho ojo eh!!!!
[1] Anónimo.
Leave a comment
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.