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Por José Luis García Camacho (de Andy Mountains).
Alfredo Velez Canul es el tecladista de Andy Mountains. Lo conocí en la segunda preparatoria en la que estuve: el IUCE. Tuve que terminar aquí mis tres años de bachillerato debido a que del IPAE me habían corrido por tener diferencias con un par de personas y no ser un alumno de conducta modelo.
Velez era un muchacho tranquilo, con un aire algo alterado pero siempre con una sonrisa en la boca. Jugamos volleyball juntos en el peor equipo de todos los tiempos, participamos en una comedia musical religiosa y nos llegamos a encontrar más de un par de veces en los pasillos y patios de la escuela. Nunca sospeché compartir con él un camino tan serio como Andy Mountains.
-Yo conozco a un tecladista- creo que me dijo Andrés. De ahí lo llamamos al departamento de mi abuela, donde solíamos ensayar, para conocerlo. Llegó con un estuche de teclado, su base y millones de cables. Tardó horas en conectarse y sacó ruidos raros. Sin duda encajó de inmediato.
El tercer miembro en unirse a Andy Mountains ha ido transformándose con el tiempo. Nos gusta creer que se ha vuelto más feliz, más seguro, más libre. También nos ha hecho cambiar, como banda y como personas. Yo he puesto a prueba mi personalidad y mi ego con él.
La realidad es que Velez y yo chocamos mucho, nuestra manera de ser suele no coincidir. A veces hago berrinche, a veces lo hace él. También suelo sentir que no está metido hasta el cuello en esto de la banda. Sin embargo sigue llevando su auto, poniendo dinero para la gasolina, llegando temprano casi siempre, ensayando, etc. Demuestra que sigue en pie su palabra.
Juntar a 5 persona y ponerlas a hacer música es magia, es voluntad y suerte. Cinco personalidades completamente contrarias (como Velez y yo) poniéndose de acuerdo, dispuestos a convivir muchas horas, viajando, y tratando de empujar su ego fuera del cuarto de ensayo es algo casi místico.
El sábado celebré mi cumpleaños número 24. Mis amigos estuvieron ahí. Mi familia, mi perro. La pasé muy bien y también me di cuenta que Velez pasó ya a ser un gran amigo, alguien a quien aprecio.
El próximo fin de semana nos vamos a Ixmiquilpan. Grabaré mi instrumento, Mariana Sofía también y quizás Ernesto. Serán tres días de trabajo intenso, mala comida y nada más que el nuevo disco de Andy Mountains.
Espero que no nos pase nada y volvamos sanos y salvos a votar el domingo.
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