En la historia del México contemporáneo las elecciones presidenciales de 1988, 1994, 2000 y 2006 son las que dominan en cierto modo el recuerdo o conocimiento de muchos de nosotros. Las del ’88 y 2006 por los fantasmas del fraude electoral, la del ’94 por el clima de miedo y violencia de ese año en particular, y la del 2000 por ser la elección de la alternancia.
Sin embargo en 1929 se realizó una elección presidencial en nuestro país con muchos elementos parecidos a nuestros tiempos. Increíblemente diversos aspectos actuales se conjuntan como lo hicieron en aquellas elecciones en las que Pascual Ortiz Rubio y José Vasconcelos compitieron. Tras 16 meses del asesinato del presidente electo Álvaro Obregón, las peores mañas del grupo en el poder cimentaron las bases de un partido hegemónico en nuestro país (que sería fundado bajo su primer nombre como el Partido Nacional Revolucionario).
Las elecciones de 1929 tuvieron en el candidato José Vasconcelos (del Partido Antirreleccionista) a un verdadero oponente del régimen revolucionario que había secuestrado al país. El profesor universitario, que fue Secretario de Educación Pública durante el gobierno de Obregón, empezó su carrera en búsqueda de la presidencia después de una estancia en los Estados Unidos. Pronto, en muchas ciudades del norte hacia el occidente mexicano, la campaña fue ganando adeptos.
El grupo de revolucionarios encabezados por Elías Calles se agruparon en el PNR. Lo que no se esperaba el grupo de militares era que un civil recorriera el país y pusiera en verdadero jaque a un gobierno que temía soltar la presidencia. Los seguidores de Vasconcelos, mayormente estudiantes emanados de las escuelas en las que el profesor dio cátedra (la Escuela Nacional Preparatoria y la Universidad Nacional), fueron apresados y también se sabe que asesinados. Entre los estudiantes se contó con los reconocidos Manuel Gómez Morín (fundador del Partido Acción Nacional) y Mariano Azuela (autor de Los de abajo), entre otros.
Una semana antes de las elecciones del ’29, en varias ciudades del país se llevaron a cabo manifestaciones a favor de Vasconcelos; sin embargo el PNR provocó por ejemplo en la ciudad de México a los manifestantes, acribillándoles y matándoles. El 17 de diciembre de 1929 el ejército tomó los sitios donde se habían instalado las casillas de votación. A la gente se le impidió ejercer su voto y se fraguó en ese momento uno de los tristemente célebres fraudes electorales. Vasconcelos nunca se pudo reponer de su derrota y su mecenas, Antonieta Rivas Mercado, tampoco.
Bibliografía.-
Antonieta Rivas Mercado, La Campaña de Vasconcelos, México, Oasis. Biblioteca de las decisiones, 1981.
Kathryn S. Blair, A la Sombra del Ángel, México, Suma de Letras, 2011.
Imagen.-
Fotografía de Enrique Díaz, Archivo General de la Nación.
el escritor de los de abajos se llama Mariano Azuela No Manuel
¡Gracias por tu observación Ross! El autor se disculpa, ya que además, es uno de sus libros favoritos. 😉 ¡Saludos y buen domingo!